Alumnos

 Jueves 03 de mayo de 2018



ANÁLISIS CASO CLÍNICO:  DSM 5 -  EJES

Eje I
F32.2  Trastorno depresivo mayor, episodio único, grave, sin síntomas psicóticos [296.23]
F51.0  Insomnio relacionado con otro trastorno mental [307.42]

Eje II
Z03.2  Ninguno [V71.09]

Eje III
Ninguno

Eje IV
Fallecimiento de un miembro de la familia
Amenaza de pérdida de empleo
Economía insuficiente

Eje V
EEAG – 45  (actual)



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Jueves 30 de marzo de 2017 



TRABAJOS PRÁCTICOS DE ALUMNOS

Trastornos de la Personalidad



GRUPOS


# GRUPO  1

Trastorno Paranoide de la Personalidad

- Ypuet Valentina
- Miceli Camila
- Zorrilla Maria Victoria
- Savino Florencia



# GRUPO  2

Trastorno Esquizoide de la Personalidad 

- Giavon Florencia
- Echeverría Milagros
- Monserrat Candela 


# GRUPO  3

Trastorno Esquizotípico de la Personalidad

- Bournissent Liliana
- Pañoni Luciano
- Sadaba Cristian
- Ruiz Diaz Maria Liz 


# GRUPO  4

Trastorno Antisocial de la Personalidad

- Halle Florencia
- Kletzky Florencia
- Coroobss Camila
- Bonzi Cynthia 


# GRUPO  5

Trastorno Límite de la Personalidad

- Gabas Nadia
- Pesuto Ornella

- Marcó Emilia  

# GRUPO  6

Trastorno Histriónico de la Personalidad

- Dreise
- Morresi
- Khun


# GRUPO 7

Trastorno Narcisista de la Personalidad

- Osan Agustina
- Quintana Ernesto
- Ramirez Nahuel


# GRUPO  8

Trastorno Evitativo de la Personalidad

- Garcia María Belén
- Lamboglia Adriana
- Tonutti María Paula


# GRUPO  9

Trastorno de la Personalidad por Dependencia

- Colignon Antonina
- Spretz Carla

- Mattiassi Yamila
- Altamirano Marcos


# GRUPO  10

Trastorno Obsesivo Compulsivo de la Personalidad

- Casanellas Romina
- Graciani Camila Mariana

- Carbo Alejandra    


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TRABAJOS PRÁCTICOS DE ALUMNOS

Trastorno Narcisista de la Personalidad

Julián Vázquez y León J. Pavé Pagés

Noviembre de 2016


Introducción


La Psicología, como ciencia de la salud, no se encarga sólo de teorizar acerca del comportamiento humano, las emociones, pensamiento y demás funciones del hombre, sino que se encarga de ver cómo todo esto puede afectarle su diario vivir, y de acuerdo a ello, cómo intervenir para dar un mejor nivel de salud. Por ello, una rama de ella, la Psicopatología, se encarga de estudiar las manifestaciones psíquicas anormales, que denotan sufrimiento del paciente.


Este sufrimiento se expresa en síntomas (manifestaciones objetivas) y signos (manifestaciones objetivas), dando en su conjunto diferentes síndromes y trastornos. Las clasificaciones de éstos constituyen las nosografías que nos van a permitir diagnosticar correctamente a un paciente y, en consecuencia, darle un tratamiento adecuado, acorde al tipo de padecimiento que sufra (aquí ya van actuar la psicoterapia y la psiquiatría).


Dentro de ellas, las taxonomías correspondientes a los trastornos de personalidad han sido las más difíciles, con muchas críticas y dificultades en su teorizaciones, sobre todo por la cantidad de modelos y criterios utilizados para ello. Tanto desde el modelo psicodinámico (diferentes líneas de la psicología profunda), el cognitivo como el biomédico, entre otros, se dan diferentes aportes para la comprensión de diferentes patrones o estilos de personalidad disfuncionales.


En el siguiente trabajo expondremos el trastorno de personalidad narcisista, correspondiente al grupo B  “dramáticos, emotivos e inestables”, también llamado el patrón egoísta de la personalidad, tomando en cuenta diferentes autores de los modelos antes mencionados, la última edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5), y alguna página de Internet que resulte útil ante este propósito (todo con las correspondientes referencias bibliográficas al fin del trabajo), intentando no solamente dar una descripción fenomenológica del trastorno, sino también diferentes concepciones acerca de su etiología y pronóstico.


Para ello se seguirán las consideraciones que la cátedra dictamina para la confección de trabajo práctico, a saber:


     Descripción clínica del trastorno, clasificación, formas de presentación y sintomatología


     Etiología


     Prevalencia, incidencia, curso y pronóstico


     Diagnóstico diferencial

Desarrollo


Para hablar de un “trastorno de personalidad”, creemos conveniente explicar lo que es un trastorno mental o psicológico, y lo que es la personalidad para luego adentrarnos en el trastorno que nos compete.

El concepto de trastorno mental

Un trastorno mental es un “síndrome caracterizado una alteración clínicamente significativa del estado cognitivo, la regulación emocional o el comportamiento del individuo que refleja una disfunción de los procesos psicológicos, biológicos o del desarrollo que subyacen en su función mental” (Asociación Psiquiátrica Americana, 2014, p. 20). Por lo común se asocian a un estrés significativo o discapacidad social, laboral, religiosa, sexual, etc. aplicado a quienes demuestran un comportamiento y emociones trastornados, pero que no perdían contacto con la realidad. Para la CIE-10 (OMS, 1992) el término refiere a la presencia de un comportamiento o de un grupo de síntomas identificables en la práctica clínica que en la mayor parte de los casos se acompañan de malestar o interfieren en la actividad del individuo. Los dos signos más característicos de los trastornos psicológicos son presencia de emociones dolorosas crónicas (ansiedad, depresión, ira...) y presencia de conflictos duraderos en las relaciones sociales, familiares o de pareja.

Personalidad

Para Allport (1965), la personalidad es la organización dinámica, dentro del individuo, de los sistemas psicofísicos que determinan sus adaptaciones únicas a su ambiente. Esta definición clásica remite a una organización interna, es decir, un orden subjetivo e individual, de sistemas tanto psíquicos como físicos en relación a la adaptación a los ámbitos natural y social. También podríamos definir la personalidad como el “conjunto de rasgos psicológicos y mecanismos dentro del individuo que son organizados y relativamente estables, y que influyen en sus interacciones, y adaptaciones al ambiente intrapsíquico, físico y social” (Larsen y Buss, 2005, p 4).

Los cimientos de los trastornos de personalidad

Los síntomas de los trastornos de personalidad pueden verse como variaciones desadaptativas dentro de distintos dominios: Rasgos, Motivación, Cognición, Emoción, Autoconcepto-autoestima, Relaciones sociales, Biología. Se cree que el concepto de trastornos de personalidad en realidad une a todos los diferentes componentes y dominios de la personalidad (Larsen y Buss, 2005).

·         Los rasgos de personalidad describen consistencias en la conducta, pensamiento o sentimiento y representan diferencias significativas entre las personas. Los trastornos de personalidad pueden considerarse como variaciones desadaptativas de estos rasgos.

·         La motivación es un cimiento básico de la personalidad, importante para entender los trastornos de ésta. Describe lo que una persona quiere y por qué se comporta en formas particulares. Un tema común en varios trastornos de personalidad se refiere a las adaptaciones desadaptativas de esos motivos comunes, como el poder y la intimidad.

·         La cognición es la actividad mental involucrada en la percepción, interpretación y planeación. Estos procesos pueden distorsionarse en los trastornos de personalidad. Algunos implican males interpretaciones rutinarias y consistentes de las intenciones de otros, deterioro del juicio social, etc. La emoción también es importante con varios trastornos de personalidad: Hay una variación extrema en las emociones experimentadas: algunos trastornos implican volatilidad extrema en las emociones mientras otros implican extremos de emociones específicas, como ansiedad, miedo o ira. La mayoría de los trastornos de personalidad tienen un núcleo emocional, componente importante para entender ese trastorno. El trastorno narcisista que presentaremos más adelante se caracteriza por la falta de empatía y el uso de la racionalización y fantasía.

·         El autoconcepto es la propia colección de autoconocimiento de la persona, el entendimiento de uno mismo. En la mayor parte de los trastornos hay una distorsión en él. Hay una falta de estabilidad en el autoconcepto, de tal manera que la persona pude sentir que no tiene núcleo o que tiene problemas para tomar decisiones o que necesitan ser reconfortados en forma constante por otros. La autoestima también es una parte importante del ser y algunos trastornos se asocian con niveles altos o bajos en extremo. El trastorno narcisista que presentaremos más adelante se caracteriza por la auto exaltación.

·         Las relaciones sociales interpersonales y el comportamiento social, con frecuencia son alterados o manifiestan patrones desadaptativos en los trastornos de personalidad. Por ejemplo, una relación íntima exitosa en lo sexual con otra persona implica saber cuándo es apropiado y esperado el comportamiento sexual y cuando no. Los problemas con la intimidad son aspectos frecuentes (sin empatía, habilidades sociales deficientes, manera de coqueteo impropia, etc.).

·         La biología puede también formar los cimientos de varios trastornos de personalidad (componentes genéticos, fisiológicos, etc.).

Un sistema aceptado ampliamente para diagnosticar y describir trastornos mentales está incluido en el DSM,  el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, publicado por la APA (Asociación Psiquiátrica Americana), y es el referente en salud mental mundial. En el 2014 se publicó la 5°edición, con más de 200 trastornos mentales.  Hay algunos que afectan el pensamiento (por ej., esquizofrenia), emociones (trastorno de pánico), alimenticios (bulimia) sexualidad disfuncionalidad (pedofilia), por abuso de drogas (psicosis inducida por cocaína), etc.


TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

“Es un patrón permanente inflexible de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto” (APA, 2014, 645). Sus características son: ausencia de abuso de sustancias o enfermedad médica (por ej., traumatismo craneal), inicio en la adolescencia o en la edad adulta, estabilidad a lo largo del tiempo, produce malestar significativo para el sujeto en las áreas de cognición, afectividad, sociabilidad y control de impulsos, debido a su rigidez. Es muy importante tener en cuenta la cultura que envuelve al sujeto, ya que, por ej., un trastorno narcisista puede no ser tan mal visto en las sociedades más individualistas, como Estados Unidos, y las edades de aparición o los indicios que se van dando desde la niñez (por ej., un niño con problemas de conducta y rebeldía puede desembocar en un trastorno antisocial). El género no es determinante, pero sí hay que tener en cuenta que muchos trastornos están diagnosticados más en mujeres y otros más en varones, lo que no quita que se deba a un sesgo sexista (Larsen y Buss, 2005). El Sistema categorial de clasificación da los siguientes grupos:

·         Tipos GRUPO A: Raros ó Excéntricos: refiere a la forma en que la persona interactúa con los otros, haciéndolo diferente, algunos no tienen interés en nadie, otros se sienten perseguidos o incómodos en exceso con los demás (Larsen y Buss, 2005).

Trastorno paranoide de la personalidad: es un patrón de desconfianza y suspicacia que hace que se interpreten maliciosamente las intenciones de los demás.

Trastorno esquizoide de la personalidad: es un patrón de desconexión de las relaciones sociales y de restricción de la expresión emocional.

Trastorno esquizotípico de la personalidad: distorsiones perceptivas, cognitiva y excentricidades

·         Tipos GRUPO B: Dramáticos, Emotivos o Inestables: tienen al descontrol emocional y a dificultárseles el llevarse bien con los demás, siendo a veces imprevisibles (Larsen y Buss, 2005).

Trastorno antisocial de la personalidad: es un patrón de desprecio y violación de los derechos de los demás.

Trastorno límite de la personalidad: es un patrón de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos y de una notable impulsividad.

Trastorno histriónico de la personalidad: es un patrón de emotividad excesiva y demanda de atención.

Trastorno narcisista de la personalidad: es un patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía.

·         Tipos GRUPO C: Ansiosos y Temerosos: consiste en patrones comportamentales dirigidos a evitar la ansiedad, generando otros problemas, incluso más graves (Larsen y Buss, 2005).

Trastorno de la personalidad por evitación: es un patrón de inhibición social, sentimiento de incompetencia e hipersensibilidad a la evaluación negativa.

Trastorno de la personalidad por dependencia: es un patrón de comportamiento sumiso y pegajoso relacionado con una excesiva necesidad de ser cuidado.

Trastorno obsesivo –compulsivo de la personalidad: es un patrón de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control. Es diferente del TOC.

Trastorno narcisista de la personalidad

La palabra clave de los narcisistas es "autoexaltación" (Beck, 1995).

·         Concepción de sí mismas: se creen especiales y únicas. Se atribuyen un estatus especial, por encima de las personas corrientes. A su juicio son superiores y tienen derecho a favores especiales y a un tratamiento de favor; están por encima de las reglas que rigen a las otras personas.

·         Concepción de los demás: los otros son inferiores, no con el mismo sentido que en las personalidades antisociales. Simplemente se consideran prestigiosas y por encima del promedio; los otros serían sus vasallos o partidarios. Procuran obtener la admiración de los demás, sobre todo como prueba de su propia grandiosidad y para preservar su estatus superior.

·         Creencias: Las nucleares son "Puesto que soy especial, merezco miramientos, privilegios y prerrogativas especiales", "Soy superior a los demás y ellos tienen que reconocerlo", "Estoy por encima de las reglas". Las creencias condicionales son: "Si no reconocen mi status especial, hay que castigarles", "Para conservar mi status especial, debo someterles". La creencia instrumental vendría a ser: "Trata constantemente de insistir en mi superioridad y en demostrarla".

·         Estrategia: hace cuanto pueda por reforzar el propio estatus superior y ampliar el dominio personal. El narcisista busca gloria, riqueza, posición, poder y prestigio para reforzar continuamente su imagen "superior". Tiende a ser altamente competitivo con quienes pretenden un status igualmente alto. Recurre a estrategias manipuladoras para lograr sus fines. Para ellos es lícito todo y cualquier cosa. A diferencia de la personalidad antisocial, no tienen una concepción cínica de las reglas de la conducta humana; simplemente se consideran exceptuados. Se ven como parte de la sociedad, pero en el estrato más alto.

·         Afecto: cólera cuando otras personas no les conceden la admiración o el respeto que creen merecer, o de algún otro modo los frustran. Son proclives a la depresión cuando sus estrategias fallan.

El narcisista se ve como superior al resto de los mortales y busca la gloria con cualquier método seguro. Tiene “necesidad intensa de ser admirado, un sentido intenso de vanidad y una falta de perspicacia respecto a los sentimientos de otras personas” (Larsen y Buss, 2005, p. 620). Las creencias típicas asociadas son (Beck, 1995):

1) Soy una persona muy especial.

2) Puesto que soy superior, tengo derecho a un trato y privilegios especiales.

3) A mí no me obligan las reglas que valen para los demás.

4) Es muy importante obtener reconocimiento, elogio y admiración.

5) Si los demás no respetan mi status, deben ser castigados.

6) Todos tienen que satisfacer mis necesidades.

7) Los demás deben reconocer lo especial que soy.

8) Es intolerable que no se me tenga el debido respeto o que no consiga aquello a lo que tengo derecho.

9) Las otras personas no merecen la admiración o la riqueza que tienen.

10) La gente no tiene ningún derecho a criticarme.

11) Mis necesidades están por encima de las de cualquier otro.

12) La gente debería preocuparse por promocionarme, porque tengo talento.

13) Sólo me comprenden las personas tan inteligentes como yo.

14) Tengo todas las razones para esperar grandes cosas.


Criterios diagnósticos del DSM 5 para el trastorno narcisista de la personalidad

patrón dominante de grandeza (en la fantasía o el comportamiento), necesidad de admiración y falta de empatía, que comienza en las primeras etapas de la vida adulta y se presenta en diversos contextos, y que se manifiesta por 5 o más de los siguientes hechos” (APA, 2014, p.669):

(1)    cree que es especial y único y que solo puede comprenderle o solo puede relacionarse con otras personas o instituciones especiales de alto estatus

(2)   Es explotador en las relaciones interpersonales: se aprovecha de los otros para lograr sus propios fines.

(3) Tiene sentimientos de grandeza y prepotencia; por ejemplo, exagera sus logros y talentos, espera ser advertido como "especial" sin realizaciones apropiadas.

(4)  muestra comportamientos o actitudes arrogantes, de superioridad.

(5)  Ocupan su mente fantasías de éxito, poder, brillo, belleza o amor ideal ilimitados.

(6)  Cree tener derechos: espera, sin ninguna razón, un tratamiento especialmente favorable; por ejemplo, supone que no debe esperar en una cola mientras las otras personas tienen que hacerlo.

(7)  Reclama constante atención y admiración; por ejemplo, está a la pesca de cumplidos.

(8)  Falta de empatía: incapacidad para reconocer y experimentar los sentimientos de los demás; por ejemplo, fastidio y sorpresa cuando un amigo seriamente enfermo cancela una cita.

(9)  con frecuencia envidia a los demás o cree que estos le envidian.


Desarrollo de la concepción psicodinámica

El concepto de trastorno narcisista de la personalidad (TNP), se basa sobre todo en la literatura psicoanalítica (Millon, 1998). El término "narcisismo" proviene del mito griego de Narciso, que se enamoró de su propia imagen reflejada en las aguas de una fuente. Su destino fue consumirse en un deseo insatisfecho y transformarse en la flor que lleva su nombre (Grimal, 1981). La primera referencia a este mito en la literatura psicológica apareció en una historia clínica publicada por Havelock Ellis (1898, citado en Millon, 1998), que describía las prácticas masturbatorias o "autoeróticas" de un joven. Luego Paul Nacke (1899, citado en Millon, 1998). Más tarde, Freud incorporó el término "narcisista" en sus primeros ensayos teóricos sobre el desarrollo psicosexual, y después desarrolló una concepción del narcisismo como un proceso psicológico preciso (1914). Para él, el narcisismo era una fase del desarrollo normal que seguía a una etapa autoerótica y con la maduración desembocaba en el amor objetal. Consideraba que los cuidadores irregulares, poco fiables en la vida temprana, o los padres que valoraban excesivamente al niño eran los principales obstáculos para el desarrollo del amor objetal, de modo que provocaban una fijación en la fase narcisista. En consecuencia, los narcisistas serían incapaces de constituir vínculos verdaderos a causa de una fijación en esta etapa de interés en sí mismo. Los ulteriores teóricos psicoanalíticos se centraron en los aspectos interpersonales del narcisismo, y comenzó a surgir el concepto de "personalidad narcisista". No obstante, no hubo acuerdo sobre si el narcisismo era un componente de la neurosis, la psicosis o los trastornos del carácter. La obra de teóricos de las relaciones objetales presenta al narcisismo como un trastorno del carácter o la personalidad (Beck, 1995).

Para Kernberg (1999), la grandiosidad y el abuso de las demás características del narcisista constituyen pruebas de la "rabia oral", un proceso patológico en el desarrollo libidinal (psicosexual). Esto se origina presumiblemente en la carencia emocional provocada por una madre crónicamente indiferente o con una malevolencia encubierta. Al mismo tiempo, algún talento o rol singulares dan al niño la sensación de ser especial, como válvula de escape emocional en un mundo de indiferencia o amenazas percibidas. El sentimiento de grandeza o de tener derecho a privilegios sirve para amparar a un "sí-mismo real" que está "escondido" o es inaccesible a la conciencia. Cree que el sí-mismo real contiene sentimientos fuertes inconscientes de envidia, miedo, privación y rabia. Sostiene que esta megalomanía es un proceso patológico; su enfoque del tratamiento requiere la confrontación e interpretación de los conflictos inconscientes, para reparar el daño sufrido por la estructura intrapsíquica a causa de la detención en el desarrollo.

En contraste, Kohut (1992) ha conceptualizado al narcisismo como una forma de la libido, con un curso normal propio del desarrollo, y no ya como una desviación patológica de ese proceso: el narcisismo patológico resultaría de una detención evolutiva que se produce cuando no están adecuadamente integradas esas importantes estructuras de la personalidad que son el "sí-mismo grandioso" y la "imago parental idealizada", consecuencia de una decepción traumática provocada por una madre no suficientemente confirmatoria en sus respuestas emocionales al niño, o que, a la inversa, no ha permitido que el hijo aprecie sus límites reales. Entonces, el sentimiento de grandeza arcaico y la imago parental idealizada se "disocian" y convierten en una búsqueda de satisfacción repetitiva, inconsciente; el tratamiento entonces requiere un terapeuta empático que complete las tareas evolutivas de atemperar el sentimiento de grandeza y aceptar la decepción que acompaña al hecho de comprender que las personas idealizadas tienen límites.

En la opinión de Karen Horney (1939, citado en Millon, 1998) se considera al narcisismo una autoinflación psíquica, que como la económica, supone pretender mayores valores de los que realmente se poseen. La persona es amada y admirada por valores inflados, espera amor y admiración de los otros que no posee o no en la medida que supone.  El tema del amor a sí mismo y del interés en sí mismo ha evolucionado desde ser una explicación de la masturbación hasta caracterizar un trastorno de amplio espectro, denominado "narcisismo". La literatura psicoanalítica sobre el narcisismo proporciona amplios detalles acerca de la fenomenología de este trastorno. Pero su etiología del narcisismo está limitada por su excesivo énfasis en las presuntas inadecuaciones de los aspectos emocionales de la crianza por parte de la madre. Ninguna prueba empírica vincula claramente la privación en la crianza con las características del narcisismo adulto. Los estudios que evalúan la privación en la crianza durante las primeras etapas del desarrollo en animales y seres humanos indican efectos de apatía emocional, retracción, conducta social inadecuada (Beck, 1995), y un síndrome de crecimiento retardado que se ha llamado "imposibilidad de progresar" (Oates, Peacock y Forest, 1985, citado en Beck, 1995). Estos efectos no son compatibles con los rasgos narcisistas de la explotación de los demás, el sentimiento de grandeza y la lucha constante por la admiración.

No se cuenta con estudios de pronóstico sobre adaptación de la personalidad adulta, realizados con niños carentes de cuidados. Un estudio longitudinal de pronóstico de 456 varones con riesgo de delincuencia juvenil (Vaillant y Drake, 1985, citado en Beck, 1995) informó que las "defensas inmaduras" asociadas con los trastornos de la personalidad en la edad adulta eran independientes de la calidad de la infancia del sujeto, en términos de la evaluación clínica de la atmósfera hogareña y de la clasificación de "proveniente de una familia problemática". Los supuestos psicoanalíticos no tienen más respaldo empírico que las historias clínicas de algunos casos. Las otras investigaciones relacionadas con el tema parecen contradecir los supuestos sobre el rol causal de la inadecuación materna. La posibilidad de una predisposición determinada por el sexo también debe destacarse como un factor de la teoría psicoanalítica de la etiología del narcisismo. Las observaciones existentes se basaron en pacientes varones y han sido comunicadas sobre todo por autores varones.

Se sigue singularizando a las madres como figuras responsables. La inculpación de la madre es un problema grave y profundo, que sin duda le da un sesgo tendencioso a la literatura clínica profesional. En el ámbito de la privación, se ha puesto de manifiesto que corresponde más estudiar la privación paterna que la privación materna, y que un aspecto crítico del problema es la falta de apoyo y cuidado para la madre (Beck, 1995). La teoría psicoanalítica podría presentar la limitación de una tendenciosidad sexual de la población de teóricos, en los sujetos del estudio clínico y en los supuestos básicos concernientes a la etiología. Es necesario desarrollar alternativas que corrijan este claro carácter tendencioso de tales teorías.

La aplicación de la teoría del aprendizaje social

La perspectiva interpersonal se centra entre las transacciones entre emisor y receptor en la comunicación interpersonal. Millon (2001) descarta la hipótesis de la privación materna y se centra primordialmente en la valoración parental excesiva como causa del narcisismo: cuando los progenitores responden al niño de un modo tal que amplifican la sensación que éste tiene de su propio valor, la autoimagen internalizada se ve realzada más de lo que la realidad externa puede validar. Esta es la fuente del estilo de la personalidad narcisista. Ambos padres (y no sólo la madre) siguen desempeñando el rol primario, pero la causa está sobre todo en la información que le proporcionan directamente al niño, por medio de la retroalimentación, o indirectamente, a través del modelado. La única estructura intrapsíquica inferida es la autoimagen del niño.

Millón (1998) marca que tanto el narcisista como el antisocial se vuelven hacia sí mismos en busca de gratificación  han aprendido a confiar más en sí mismos que en los demás para obtener seguridad y autoestima, y menosprecian  las normas y opiniones de los otros, dando un estilo de personalidad independiente, pero sus historias vitales y las estrategias que usan para satisfacer sus necesidades son sustancialmente distintas:

·         Pasivo-independiente o narcisista: confía en su propia valía, siente que simplemente necesita ser el mismo para justificar el estar satisfecho y seguro, y que los demás deben reconocer su superioridad.

·         Activo-independiente o antisocial: se esfuerza por probarse a sí mismas, insiste en sus derechos y se mostrará duro e implacable cuando necesite ganar poder sobre los otros o arrebatárselo, basado en una profunda desconfianza y animosidad.

 Millon (2001), en una diferenciación más afinada de este problema describe cuatro tipos de personas narcisistas:

a)      Narcisista sin escrúpulos: Son individuos con pocas prohibiciones morales internalizadas que pueden ser crueles, despiadados y explotadores.

b)      Narcisista compensador: Desarrolla una ilusión de superioridad pero esconde un profundo sentimiento de deficiencia, probablemente fruto de haber recibido una profunda herida en su infancia. Al igual que las personalidades evitadoras, estas personas son extremadamente sensibles al juicio ajeno y a la desaprobación.

c)        Narcisista apasionado: Presenta rasgos histriónicos y busca el hedonismo sexual seduciendo y tratando a sus semejantes como objetos con los que satisfacer sus propios deseos.

d)      Narcisista elitista: Cree formar parte de una raza aparte y estar hecho de una pasta superior. Lo que teme realmente es asumir la mediocridad y buscan desesperadamente la admiración y el reconocimiento de los demás.

La paradoja narcisista (Larsen y Buss, 2005) es que, aunque los narcisistas parecen tener una autoestima alta, su autoestima en realidad es bastante frágil: aun cuando parecen seguros de sí y fuertes, necesitan recibir la admiración y atención de otros (alguien con un autoestima en realidad alta no tendría la necesidad del elogio y la admiración ajenos). La CIE-10 no toma este trastorno.

En relación al desarrollo en la infanica, el Journal of Abnormal Child Psychology[1] se dispuso a resolver esa limitación y evaluó a 393 niños holandeses (51% niñas) que estaban en cuarto grado cuando inició la investigación y los siguió durante tres años. A todos los participantes se les tomó la Escala de Narcicisimo Infantil. En las niñas no se encontró una asociación entre el acoso escolar (bullying) y el narcicismo; los niños con altas puntuaciones en la Escala de Narcicismo Infantil eran más propensos a comprometerse en conductas de narcicismo directo e indirecto. También se observó que estos niños tenían mayor dominancia social que sus pares. Uno de los resultados que más llamó la atención de los investigadores fue la relación entre el acoso indirecto (a espaldas del acosado, rumores, robos, etc.) y el narcisismo. Al buscar una explicación, encontraron que podría deberse al hecho de que, para estos niños con alto narcisismo, el acoso indirecto es más efectivo al requerir una acción solo de su parte; por otro lado, el directo es más evidente y suele demandar la ayuda de otros.

Conceptualización cognitiva

Usando el concepto de tríada cognitiva (Beck, 1995), al TNP podemos conceptualizarlo derivado de una combinación de esquemas disfuncionales sobre sí mismo, el mundo y el futuro. La base inicial se desarrolla gracias a los mensajes directos e indirectos recibidos de padres, hermanos y otros significativos, y gracias a las experiencias que dan forma a las creencias sobre la singularidad e importancia personales. Este conglomerado genera algunas creencias distorsionadas de gran peso y actividad. Los narcisistas se sienten especiales, excepcionales, con derecho a centrarse exclusivamente en la gratificación personal, esperan admiración, deferencia y sumisión de los demás; en cuanto al futuro, su meta es la realización de grandiosas fantasías. No le importan los sentimientos de los otros. La conducta se afecta por el déficit de cooperación e interacción social recíproca y por excesos de conductas exigentes, autocomplacientes y a veces agresivas (Beck, 1995). La sensación de ser único, importante y diferente de los demás se desarrolla a partir de diversas experiencias, pudiendo haber sido promovido por la adulación, la indulgencia y el favoritismo reiterados como también de los déficits, las limitaciones, la exclusión o el rechazo. Por ej., haber sido singularizado como blanco del abuso de un progenitor, haber sido tildado como débil o enfermizo por los padres o la de pertenecer a una familia considerada "diferente" por la mayor parte de la comunidad en razón de su estatus étnico, geográfico, racial o económico. Esta autoimagen basada en el déficit o rechazos Francés (1985) la señala como una forma más sutil, caracterizada por sentimientos de inferioridad, envidia, carácter fantasioso y apego a otros omnipotentes. Sentir inferioridad o superioridad tienen en común para este trastorno el derivar en que el sujeto se percibe como diferente del resto en algún sentido importante. Después esa diferencia se asociaría con reacciones emocionales exageradas, pues se considera maravillosa o terrible. La presencia real de algún talento o atributo físico culturalmente tenderá a suscitar respuestas sociales que refuerzan el esquema "superior” o “especial". La retroalimentación capaz de modificar el esquema de ser "especial" puede faltar por completo o haber sido distorsionada.

El narcisista suele recoger muy poco de la experiencia de sus semejanzas con los otros. Los padres suelen negar o distorsionar sistemáticamente la retroalimentación externa negativa que le llega al niño. Este aislamiento genera la hipersensibilidad frente a la evaluación. A la inversa, la retroalimentación negativa continua se convierte en una experiencia que alimenta las reacciones extremas, catastróficas, ante las críticas percibidas, y hace que el individuo esté siempre en guardia en cuanto a la atención que se le dedica. Los problemas surgen principalmente cuando estos esquemas sobre sí mismo se vuelven hiperactivos y no son equilibrados por juicios más integradores, ya que sus ínfulas son vanas.

Diagnostico diferencial

La característica más útil para discriminar el trastorno de personalidad narcisista de los trastornos de personalidad histriónica, antisocial y límite es que sus estilos de interacción se caracterizan por la grandiosidad, la coquetería, la insensibilidad y la necesidad, respectivamente. La relativa estabilidad de la propia autoimagen, la falta de preocupación autodestructivas, la impulsividad y miedo al abandono lo distinguen del trastorno límite. El orgullo excesivo por sus logros, relativa falta de despliegue emocional y el desprecio por las preocupaciones de los demás, ayudan a distinguirlo del histriónico. El limite, el histriónico y el narcisista exige mucha atención pero este último necesita que esa atención  venga acompañada de admiración. Tanto el individuo con narcisismo como el antisocial, son obstinados, simplistas, superficiales, explotadores y sin empatía, pero lo narcisistas no presentan necesariamente impulsividad, agresividad y engaño o delitos, además, los antisociales  no necesitan admiración ni manifiestan envidia. Junto con el trastorno de la personalidad obsesivo compulsivo, el narcisismo se caracteriza por el perfeccionismo y por creer que los demás no pueden hacer las cosas tan bien, pero los obsesivos compulsivos se autocritican y los narcisistas creen que han alcanzado la perfección. La desconfianza y el aislamiento social distinguen al personalidad esquizotípica y paranoide, si esas cualidad aparecen en los individuos con trastorno de personalidad narcisista es por temor a que se descubras sus imperfecciones o defectos. Este trastorno debe diferenciarse de los síntomas que se pueden desarrollar en relación con el consumo persistente de sustancias. La grandiosidad puede surgir como parte de episodios de manía o hipomanía, pero su asociación con el cambio de estado de ánimo o alteraciones funcionales ayuda a distinguir esto del trastorno de personalidad  narcisista (APA 2014).


EVALUACIÓN

Contexto clínico general

Lo típico es que las personas narcisistas recurran al tratamiento cuando desarrollan algún incómodo trastorno del Eje I, o se enfrentan con algún problema grave en una relación. Los trastornos depresivos son la perturbación sintomática más común que lleva al narcisista a iniciar un tratamiento, por ej., la depresión mayor o por abuso de sustancias. No obstante, cuanto más grave sea la depresión presentada, más difícil resultará evaluar con exactitud la presencia de un trastorno de la personalidad. Factores que precipitan la depresión suelen ser el trastorno o ruptura de alguna relación, problemas en el trabajo o alguna crisis que "pincha" el sentimiento de grandeza y produce desaliento o humillación. A veces las expectativas grandiosas no satisfechas se acumulan a lo largo del tiempo, y finalmente imponen la conclusión disfórica de que los grandes sueños nunca se harán realidad. Es típico que la depresión narcisista suponga una discrepancia entre las expectativas/fantasías y la realidad. Los pensamientos automáticos se centran en expectativas no satisfechas, en carencias e inferioridades de los demás y en la singularidad de los problemas del paciente. El narcisista puede también padecer una sensación de humillación por el hecho de estar deprimido. También otros trastornos sintomáticos o problemas de conducta llevan al narcisista a iniciar un tratamiento. A veces sus allegados se cansan de él y le lanzan un ultimátum que le obliga a iniciar una psicoterapia, o bien el narcisista busca tratamiento para poner fin al malestar de un trastorno sintomático distinto de la depresión: la hipersensibilidad a la evaluación por parte de otros se puede poner de manifiesto en forma de fobia social. La preocupación excesiva por presuntos defectos en el aspecto personal precipita conductas fóbicas, pues el individuo busca llamar la atención pero simultáneamente teme la evaluación (Beck, 1995).

En la hipocondría, el excesivo interés en sí mismo se concentra en la protección y el cuidado del físico, un modo socialmente aceptable de dedicarse tiempo y energía, con los clásicos beneficios secundarios de la atención y la simpatía de los demás. La vulnerabilidad física justifica que se necesite una consideración especial, como el hecho de que la realidad no esté a la altura de las capacidades fantaseadas. La enfermedad pasa a ser una explicación tolerable de que no se haya llegado a ser lo que "se podría haber sido". El patrón narcisista general de interés y complacencia consigo mismo puede conducir al abuso de sustancias psicoactivas: se siente particularmente atraído por drogas de "alto status", como la cocaína. A veces el empleo de sustancias químicas permite el alivio inmediato del malestar personal y produce una sensación de ser importante y poderoso. Las tensiones no reconocidas, creadas por la sensibilidad a la evaluación, se atemperan con unos pocos tragos o píldoras. La idea de que se es único y especial le sirve al sujeto para evitar el reconocimiento de su dependencia del alcohol o las drogas. También le permite seguir creyendo que eludirá los efectos negativos de la adicción y que podría abandonarla fácilmente.

En algunos casos, el narcisista desarrolla un pensamiento con tendencias paranoides. Predomina una actitud de "yo contra el mundo", pues percibe que los otros tienen celos de sus talentos especiales, que quieren "quitárselos" o reducirlos de algún modo. La información discrepante de las fantasías grandiosas puede provocar una cólera intensa, maltratos verbales o físicos a otras personas e importantes maniobras de autoprotección (Millón, 1998). La presencia de un TNP subyacente por lo general complica el tratamiento estándar de los trastornos asociados del Eje I. Suele ocurrir que el diagnóstico adicional del trastorno de la personalidad se realice cuando el tratamiento del trastorno sintomático se atasca o no produce la mejoría esperada. En la práctica, hay que dedicar algún tiempo de cada sesión a un trastorno, y algún tiempo al otro. El trastorno del Eje I requiere un abordaje estándar, y que se le dediquen cantidades crecientes de tiempo, proporcionales a la severidad de los síntomas. Si no se aborda el narcisismo de modo directo y sistemático, la mejoría del paciente puede ser marginal.

Procedimientos específicos de evaluación

La evaluación precisa del TNP es difícil, sobre todo cuando hay también presente un trastorno del Eje I, o rasgos característicos de otros trastornos de la personalidad. Los trastornos histriónico, antisocial y límite son los que con mayor probabilidad se superponen con el narcisismo (Stangl y otros, 1985, citados en Beck, 1995). La herramienta más importante para diferenciarlo suele ser una entrevista clínica cuidadosa, en la que resulta muy útil incluir a otra persona que pueda dar información. Las mediciones psicométricas estándar de síntomas (por ej. el Inventario de la Depresión de Beck) permiten evaluar el nivel presente de malestar. Es probable que el perfil con el MMPI presente elevaciones clínicas congruentes con el malestar presentado, y que en la escala 4 (Desviación Psicopática) aparezca una elevación significativa, debido a que los narcisistas se ven a sí mismos como diferentes y excepcionales, y pretenden ser únicos y abrir camino. Las escalas 6 (Paranoia) y 9 (Manía) también presentan  elevaciones moderadas, por la hipersensibilidad y el sentimiento de grandeza característicos. Las escalas 8 (Esquizofrenia), 9 (Manía) y las de validez acusan en el perfil las elevaciones más representativas del estilo narcisista de la personalidad. En el Estudio de las Actitudes Disfuncionales es probable que el sujeto suscriba en grado extremo las creencias sobre el logro, el perfeccionismo y la aprobación. El terapeuta puede evaluar sistemáticamente los rasgos narcisistas revelados por la presentación del paciente en las sesiones, por lo que éste dice sobre sus relaciones sociales y sobre su funcionamiento en el ámbito del trabajo o su rendimiento profesional. Hay a continuación algunas indicaciones generales sobre lo que hay que buscar en cada ámbito (Beck, 1995):

·         Presentación conductual

El narcisista manifiesta su sensación de "tener derecho" por el modo exigente como concierta la primera entrevista. En su presentación, lo primero que advierte el terapeuta es un aspecto muy atractivo o cuidado, que resulta de una constante atención al peinado, la ropa y el estado físico. La preocupación excesiva por el aspecto y el bienestar personales tiene más valor diagnóstico que la pulcritud en sí misma. El paciente revela esa preocupación excesiva en numerosas pequeñas conductas verbales y no verbales, como alisarse con frecuencia la ropa, quitarle pelusas, ajustar y controlar detalles de su aspecto. Adoptan posturas muy relajadas o conservan una expresión facial altanera. Defectos físicos ínfimos, como una uña rota, o pequeños malestares físicos, como tener hambre, producen una reacción excesiva. Una breve indagación de los pensamientos y afectos del paciente cuando se detecta alguno de estos signos ayuda a establecer si es un índice de narcisismo o sólo un rasgo concurrente de alguna otra circunstancia (Beck, 1995).

A veces se queja o se resiste a que se le efectúe un test de diagnóstico, porque éste le exige un esfuerzo, lo que también puede indicar hipersensibilidad a evaluar y a la potencial retroalimentación negativa. Los narcisistas reaccionan a la retroalimentación con cólera o vergüenza. Suelen sentirse muy cómodos hablando de sí mismos, a veces hasta un extremo de obvia autoexaltación, con recuentes referencias a talentos, logros, conexiones o posesiones materiales. Son típicas las pretensiones de estar siempre en lo justo ante las dificultades, y la tendencia quejarse de los defectos de los demás. El modo de interacción del paciente con el terapeuta proporciona importante información diagnóstica. En los casos más obvios, el paciente puede describirse a sí mismo como altivo, arrogante o insolente. Quizás haga hincapié en su alta posición, o apellido notable o su status de celebridad, por los que espera una consideración especial. A veces puede tratar de manipular al terapeuta para sostener su propio sentido de grandeza o sus privilegios. Más allá de la búsqueda de cumplidos, signos posibles de esta actitud son la averiguación de los títulos del terapeuta y los intentos insistentes de negociar los horarios de las sesiones y los honorarios; el narcisista se enoja cuando unos u otros no se ajustan a sus preferencias o conveniencias. También suele ponerse de manifiesto la tendencia del narcisista a idealizar o desvalorizar a los demás. El terapeuta puede advertir cuando el paciente le trata de forma excesivamente atenta. A la inversa, también es posible que sus interpretaciones sean criticadas o rechazadas de modo automático. El paciente narcisista llega incluso a insultar al terapeuta. A veces indagando cómo fueron los contactos terapéuticos previos se descubre de qué modo el paciente ve esas experiencias y cómo se comportó al finalizar el tratamiento. Lo previsible es una pauta de expectativas elevadas, luego la decepción y un final abrupto.

·         Relaciones sociales

Las relaciones del narcisista representan para él una fuente de tensión. Puede que tenga amplio un círculo de conocidos, pero le faltan relaciones estables y duraderas. Sólo habla en términos vagos de determinados amigos. Durante las entrevistas iniciales, las personas más próximas no son mencionadas, o solo como causa de los problemas. Son comunes los divorcios o rupturas múltiples, algunos ni siquiera encontraron nunca a alguien "suficientemente bueno" como para iniciar una relación. El narcisista enseguida pierde interés en alguien que no satisface todos sus requisitos de aspecto, personalidad y posición. En el matrimonio, el narcisista es proclive a tener problemas de competencia con su cónyuge. Después de haber elegido la pareja por sus características "especiales", no le gusta que a ella se le preste más atención que a él. Quiere estar casado con alguien especial, pero se encoleriza cuando deja de estar en el primer plano. En un contexto social general, el narcisista causa una primera impresión agradable y favorable, pero la prolongación del contacto revela rudeza y falta de decoro. Pueden ser cáusticos, groseros e ingratos. Esperan un trato cortés, pero no lo retribuyen. Quieren que les cedan el paso, que no los hagan esperar, que se  les atiendan de inmediato. Desean relaciones sociales a su gusto y conveniencia. Si retribuyen un favor, es probable que lo hagan de un modo que, más que consideración especial por el destinatario, revela gusto por llamar la atención. Su estilo impersonal exigente e insensible es revelado por los informes de sus allegados. La explosión de mal genio, los estallidos verbales y el maltrato pueden poner de manifiesto la creencia narcisista de que a los demás tiene que preocuparles primordialmente la felicidad o el bienestar de él. Es posible que los otros describan sus relaciones con el narcisista como de "amor-odio": sienten su encanto y al mismo tiempo se sienten explotados de algún modo. Él se ofende con quien pretende pedirle cuentas por su conducta explotadora y egocéntrica, a lo que responde con desdén (Beck, 1995).

·         Trabajo y logros

Puede trabajar intensamente, pero con fines egoístas. La meta del reconocimiento personal motiva a los narcisistas mucho más que el valor social de la tarea que realizan, su aporte a la seguridad de la familia, o el simple placer y disfrute del trabajo en sí. Si no obtiene ventajas personales, tiende a creer que se le debe exceptuar de las tareas difíciles o aburridas. En su empleo, el narcisista viola de diversos modos los límites de la autoridad. Quizá tome decisiones que no le corresponden a él, o les falte el respeto a sus superiores. No le gustan las posiciones subordinadas, en las que se siente agraviado. Cuando tiene autoridad, usa el poder para explotar a sus subalternos.  La conducta explotadora refleja la creencia de que "lo único que importa es conseguir lo que quiero o lo que yo pienso que está bien". El narcisista sigue la regla de que está por encima o exceptuado de las leyes comunes que rigen a todos los demás (Beck, 1995).

OBJETIVOS DE LA TERAPIA COGNITIVA

Los objetivos clínicos iniciales de la terapia cognitiva del TNP suponen el desarrollo de una relación de cooperación, la adaptación del paciente al modelo cognitivo del tratamiento (enseñanza del modelo) y el mutuo acuerdo respecto de la conceptualización del problema y el enfoque del tratamiento. Además de los objetivos iniciales, las metas del tratamiento van desde la resolución de la queja presentada hasta el desarrollo de conductas y actitudes alternativas a largo plazo. La resolución de síntomas o crisis se logra con una rapidez mucho mayor que la modificación de un estilo de vida; el ritmo del tratamiento debe ser puesto en claro con el paciente en términos de metas a corto y a largo plazo. Entre las metas a largo plazo se cuentan la corrección de la visión grandiosa que el paciente tiene de sí mismo, la reducción de la importancia cognitiva asignada a la evaluación por parte de los demás, un mejor control de las reacciones afectivas a la evaluación y una mayor conciencia de los sentimientos de los otros, que active más afectos empáticos y elimine la conducta de abuso. Al tratar de alcanzar esos objetivos se tropieza con importantes dificultades. Desarrollar una colaboración puede ser muy difícil, puesto que tienen un fuerte compromiso con su propia superioridad, así como déficits importantes en el ámbito de la interacción cooperativa. La autoridad del terapeuta puede ofender, ser cuestionada, desvalorizada o descalificada de otro modo. Quizás vea la terapia como un juego competitivo en el que debe luchar para conservar su superioridad. El terapeuta tiene que dar importancia a la comprensión de las respuestas subjetivas del paciente, pero también a guiarle con coherencia hacia un modo menos limitado de tomar decisiones. La consideración de las alternativas debe vincularse claramente a metas tales como estados de ánimo más agradables o relaciones estables, libres de tensión (Beck, 1995).

INTERVENCIONES ESPECÍFICAS

Las intervenciones alternan entre aumentar la responsabilidad conductual, reducir las distorsiones cognitivas y el afecto disfuncional y formular nuevas actitudes. Entre las más específicas metas posibles a largo plazo se cuentan una conducta sensible y recíproca respecto de los sentimientos de los demás, la cooperación con otras personas, asumir una parte del trabajo, expectativas más razonables respecto de la gente, mayor autocontrol de hábitos y estados de ánimo y una autoobservación más discriminativa, que reconozca lo que el sujeto tiene en común con las demás personas. La motivación para perseguir metas de mayor alcance puede provenir del deseo de lograr estados de ánimo más estables, mantener ciertas relaciones o carreras, o resolver síntomas persistentes y recurrentes. Es útil dar a las estrategias clínicas una forma acorde con los tres principios componentes del narcisismo: el sentimiento de grandeza, la hipersensibilidad a la evaluación y la falta de empatía (Beck, 1995).

En cuanto al sentimiento de grandeza, se enfatiza  el uso de técnicas cognitivas para ajustar la concepción distorsionada que el paciente tiene de sí mismo y manejar los afectos extremos asociados. La creencia del paciente de que es un individuo especial suele ser muy frágil y tiende a oscilar entre los extremos positivo y negativo de la evaluación. Se compara automáticamente con otros y tiende a acentuar las diferencias como superioridad y singularidad, o bien como inferioridad. Otro error común que contribuye al sentimiento de grandeza es una categorización de "todo o nada". En su razonamiento dualista, los narcisistas son maravillosamente superiores o totalmente indignos. La corrección de esta forma de razonar ayuda a limitar la exageración de la propia importancia. Otra alternativa más adaptada es hacer que el paciente se compare consigo mismo, o que busque rasgos comunes con otros. La reestructuración por medio de imágenes puede ser útil para modificar el ensimismamiento en fantasías sobre atributos ilimitados o ideales. Para desplazar las imágenes narcisistas, es posible desarrollar una fantasía sustitutoria que ponga énfasis en gratificaciones y placeres cotidianos que están al alcance de la mano. Dicha fantasía también sirve para un ensayo encubierto de actividades elevadoras de la autoestima (Beck, 1995).

La desensibilización sistemática con incorporación de métodos cognitivos para el control adecuado y la adaptación es útil en el abordaje del problema narcisista de la hipersensibilidad a la evaluación. El terapeuta ayuda a estructurar una jerarquía de exposiciones graduales a la retroalimentación de otras personas. El paciente debe enfrentarse al pensamiento catastrófico y al razonamiento dicotómico, desarrollando su aptitud para tolerar, emplear y beneficiarse con la evaluación. Algo importante que hay que poner a prueba es si el paciente narcisista puede conservar una concepción positiva (no grandiosa) de sí mismo sin basarla constantemente en las reacciones positivas de los otros. Como ejercicio específico, el paciente planifica pedir retro-alimentación a determinadas personas. Al estructurar esta situación, conviene empezar con una retroalimentación que se prevé positivo, un punto de partida más tolerable para empezar a asumir riesgos emocionales y para examinar el papel de los pensamientos e interpretaciones personales.

La exposición continua a fuentes más críticas de retroalimentación le permite usar aptitudes cognitivas para manejar las reacciones emocionales y llegar a juicios discriminativos sobre el empleo de la retroalimentación (Beck, 1995). No se trata de que el paciente aprenda a aceptar que se siente mal, sino de que asimile modos más eficaces de interpretar las situaciones que provocan esos sentimientos desagradables. Los narcisistas pueden también aprender a discriminar más en la atención que prestan a la evaluación: se centran compulsivamente en el modo como son evaluados por otros, a menudo sin prestar atención a la evaluación en sí misma. Se dedican mucho a "leer los pensamientos" y solicitan confirmaciones indirectas de las opiniones positivas (Beck, 1995). La detención y la distracción del pensamiento son técnicas útiles para quebrar esos hábitos de pensamiento sobre lo que los otros están pensando. Es posible ordenar diferentes situaciones o experiencias en función de su importancia como fuentes de retroalimentación, para que el narcisista trabaje en la moderación de su sensibilidad a lo que otros piensen de él. El paciente debe abandonar su preocupación por los pensamientos de los otros, buscando retroalimentación directa cuando es pertinente, y discriminando sus reacciones ante ella (Beck, 1995).

El desarrollo de empatía son útiles tres estrategias. En primer lugar, el paciente debe atender a su falta de empatía: a veces basta una simple pregunta sobre el reconocimiento de los sentimientos de los demás. En otros casos habrá que señalar y nombrar su desdén y explotación (Beck, 1995). Segundo, hay que activar los esquemas emocionales relacionados con los sentimientos y reacciones de los demás (Beck, 1995). El modo más eficaz de lograrlo es la inversión de roles y la dramatización, en la que el paciente asume el papel de otra persona. Hay que poner énfasis en cómo es probable que el otro se sienta, y no sólo en la forma cómo reaccionaría el paciente en esas circunstancias. Tercero, se sugieren y examinan modos alternativos, adaptativos, de tratar con los otros. Se formulan nuevos enunciados de creencias para expresar el reconocimiento afectivo de las reacciones de los demás —por ejemplo: "Los sentimientos de la gente también importan"—. Se pueden programar modos específicos de actuar sobre esa nueva alternativa —por ejemplo: "Deje pasar a alguien en la cola", "Llame por teléfono a alguien con quien hace tiempo que no se comunica y pregúntele cómo está"—. En conjunto, esas tres estrategias proporcionan referencias cognitivas, afectivas y conductuales para centrar la intervención. Una lista de problemas específicos ayuda a centrar la discusión terapéutica en dificultades concretas (Beck, 1995). Un componente principal del ensayo de esas actitudes nuevas y alternativas consiste en especificar los modos de pensar y actuar congruentes con cada creencia. De ese modo, se vincula cada creencia a modos concretos de pensar, actuar y sentir (Beck, 1995).

INTERVENCIONES ADICIONALES

Estos pacientes suelen presentar conductas destructivas para otros, tales como el maltrato físico o verbal, o el acoso sexual, que deben ser cambiadas y limitadas. La terapia sería por lo menos incompleta si no se realiza ningún intento tendiente a modificar esas acciones dañinas. La prevención de la respuesta conductual o los planes de manejo de la contingencia ayudan a debilitar los hábitos destructivos (por ejemplo beber, gastar en exceso, no trabajar). Las intervenciones cognitivas son útiles para evaluar los pensamientos que funcionan como antecedentes del hábito destructivo o como obstáculos de la conducta más deseable. Ciertas cogniciones específicas sirven como estímulos que permiten suscitar y guiar una conducta más adaptativa o deseable (Beck, 1995).

Entre las intervenciones adicionales se cuentan la terapia conyugal y la terapia familiar.  El paciente narcisista suele entrar en el tratamiento como el miembro reticente de una unidad matrimonial o familiar, mientras insiste en que el que tiene problemas es otro. Los miembros de la familia o el cónyuge ayudan a subrayar la naturaleza interactiva de los problemas compartidos. También le insisten al narcisista en la necesidad de ciertos cambios conductuales y ayudan a instrumentar los planes para el manejo de la contingencia. En algunos casos, son absolutamente necesarios cambios conductuales obvios para que los otros significativos no opten por abandonar a su suerte al paciente (Beck, 1995).

Curso y pronóstico: es crónico y muy difícil de tratar, ya que no toleran ni asumen, por su narcisismo, que su fantástica forma de ser sea un trastorno. Toleran mal el envejecimiento. [2]

Prevalencia: este trastorno es menor del 1% en la población general, apareciendo en poblaciones clínicas cifras que oscilan entre el 2% y el 16%. Cada vez se diagnostica más y hay más incidencia en sujetos con infancia consentida y en hijos de individuos que presentan el trastorno.[3]


Conceptualización terapéutica de Theodore Millon

Millon (2001) confirma que, con una dosis normal de refuerzo, la mayoría de estos pacientes encuentran los argumentos adecuados para mantener la imagen exagerada de sí mismos. Si la terapia se centra sólo en resolver los problemas asociados del Eje I, no se tratará la personalidad patológica de base. Los narcisistas acuden a terapia (o asisten por insistencia de otros) buscando alivio frente a la realidad contraria, tratando de restaurar su estado de grandeza anterior. Como veníamos diciendo, al ver que el terapeuta tiene objetivos distintos, puede abandonar o cuestionar la terapia. Entre los inconvenientes que marca Millon (2001) está la terapia prolongada indefinidamente por el refuerzo que le proporciona el terapeuta, que el terapeuta sea algo narcisista (y formen una sociedad encubierta de admiración mutua y desdén por los demás) o la forma de ver las interpretaciones del narcisista, a quien hay que educar sobre la realidad: algunos narcisistas son hipersensibles y temen que descubran sus vulnerabilidades o las sienten insultos.

En la primera fase del trabajo debe construirse una sólida alianza de trabajo, manejando con mucho cuidado el terapeuta sus reacciones contratransferenciales. Debe proporcionarse suficiente empatía y atención para que sigan la terapia, y revisar los logros pasados del paciente para que disminuyan sus sentimientos depresivos, pero no demasiado refuerzo como para inflar su orgullo disfuncional. Los narcisistas deben disminuir su envidia, grandeza y pretensiones.   Considera Millon (2001) que el terapeuta identifique a las personas que estuvieron emocionalmente centradas en el narcisista durante su educación y que se conecte esta atención con la actual situación. Basándose en Benjamín (1996, citado en Millon, 2001), la terapia debe ser una división contra sí misma (por ej., discutir que su necesidad de admiración y de que otros realicen sus tareas en su lugar es incongruente con su autoimagen de fortaleza y determinación).

Coincide con Beck en que los objetivos a largo plazo con los narcisistas deberían incluir “la corrección de la visión de grandeza que el paciente tiene de sí mismo, la reducción de la importancia cognitiva asociada a la evaluación por parte de los demás, un mejor control de las reacciones afectivas a la evaluación y una mayor conciencia de los sentimientos de los otros, que active más efectos empáticos y elimine la conducta explotadora” (Millon, 2001, p. 383). Deben crear una autoimagen más realista, sólida e integrada; las fantasías poco realistas deben sustituirse por fantasías sobre la recompensa que supondrían logros más fáciles de conseguir, convertidas en ensayos realistas que desensibilizan al sujeto ante el posible fracaso y aumentan su autoestima. La empatía puede promoverse usando el role-playing; la terapia expresiva de Kemberg (1984, citado en Millon, 2001),  se basa en la confrontación con la transferencia negativa. Kohurt por su parte, intenta recrear las frustraciones tempranas mediante la empatía constante y un reflejo adecuado del terapeuta para que el paciente evolucione más allá de la necesidad de un sí mismo con sentimiento de grandeza (estas diferencias se basan en la discrepancias entre sus teorías, anteriormente expuestas). La mayoría de los narcisistas se resisten fuertemente a la psicoterapia. En caso de que se mantengan en tratamiento, existen varios obstáculos difíciles de evitar. Para que funcione el tratamiento, debe construirse una sólida alianza de trabajo, confrontación adecuada de conductas y patrones narcisistas, combinando estrategias cognitivas e interpersonales para disminuir la pretenciosidad e incrementar la empatía (Millon, 2001).

Conclusión

Podemos caracterizar a la persona que padece un trastorno narcisista de la personalidad como egocéntrico, arrogante, con ideas de grandeza, insociable, preocupado por fantasías de belleza, admiración o éxito. Se considera a sí mismo como admirable, superior y, por ello, merecedor de un trato especial (Millon, 2001). Esto genera un malestar significativo, ya que le es imposible sostener una relación verdadera en condiciones de igualdad: siempre tiende a tratar a los demás como siervos que deben complacerlo. Esto le acarrea problemas laborales y familiares, pero por sus creencias, el narcisista cree que el problema está en los demás que no entienden su superioridad. Si el narcisista asiste a terapia, o es porque esas personas con quienes se relaciona ya no aguantan el trato recibido, o porque este individuo posee algún trastorno del Eje I del DSM IV, como un consumo de sustancias, trastornos de ansiedad o del estado de ánimo, seguramente por no estar recibiendo lo que desea. La terapia se enfoca desde la perspectiva u orientación psicológica que se tenga, las cuales aportan diferentes miradas acerca de la etiología y tratamiento de este trastorno.

Según el psicoanálisis de Freud, el narcisismo como tal no es patológico, sino un estado del desarrollo más (en el que se forma el yo), el problema deriva de las relaciones parentales negativas en la infancia. Los postfreudianos, como Kemberg o Kohurt se centran en cómo se integra el sí mismo, con postulados y, por ende, terapias distintas (confrontativa y empática respectivamente). Los mecanismos de defensa que utilizarían los narcisistas son la el sentimiento de grandeza, la racionalización y la fantasía. Desde el punto de vista interpersonal, los narcisistas destacan por su falta de empatía y pretenciosidad. Suelen dar una primera impresión buena, agradable, tranquila, segura, pero su vanidad hace que prontamente los vean arrogantes. La causa según Benjamin (citado en Millon, 2001) es la sobreadulación recibida por los padres. No hay sustento de teorías biológicas. La cognitiva postula que ellos sustituyen la realidad por las ensoñaciones y la imaginación. Entre los procesos automáticos se encuentran el rechazo a poner a prueba sus hipótesis y el pensamiento dicotómico. Las creencias nucleares sustentan el sentimiento hinchado de grandeza. Se sugieren una serie de creencias alternativas (Beck, 1995) a trabajar en terapia: “ser normal. Las cosas corrientes pueden ser muy agradables”; “uno puede ser humano como todo el mundo sin dejar de ser único; formar parte de un equipo puede ser gratificante”; “puedo disfrutar de ser como los demás, en lugar de tener que ser siempre mejor; puedo optar por ser miembro de un grupo en lugar de ser siempre la excepción”; “puedo concebir el respeto de los demás a largo plazo en lugar de una admiración a corto plazo; las otras personas tienen necesidades y opiniones que también importan”; “la retroalimentación puede ser válida y útil. Excluirla como lo hago es desastroso”; “nadie me debe nada; todos tenemos defectos”, etc.

Se sugiere que la terapia no se centre sólo en el motivo de consulta del paciente, porque aliviar los síntomas (de la depresión o ansiedad por ej.) no ayudaría a tratar la patología de la personalidad de base pero tener extremada cautela porque el narcisista es muy susceptible a las criticas y puede desvalorizar al terapeuta o abandonar la sesión. Se requiere gran paciencia del terapeuta para ayudarle a tener más empatía, una visión realista de sí y menos hipersensibilidad.

Bibliografía


Allport, G. W. (1965). “Psicología de la Personalidad”. Barcelona: Paidós

 Asociacion Psiquiátrica Americana (2014) “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. DSM 5”. Barcelona: Masson

Beck, A. , y otros (1995). “Terapia cognitiva de los trastornos de la personalidad”. España: Paidós

Frances, A. (1985). “DSM-.III personality disorders”. Nueva York: BMA Audio Cassettes

Freud, S. (1914). “Introducción del Narcisismo”. Ediciones Amorrortu

Grimal, P. (1981). “Diccionario de mitología griega y romana”. Buenos Aires: Paidós

Kemberg, O. (1997). “Desórdenes fronterizos y narcisismo patológico”. Buenos Aires: Paidós

Kohurt, H. (1992). “Análisis del Self”. Buenos Aires: Amorrortu

Larsen, R. J., y Buss, D. M. (2005). “Psicología de la personalidad: dominios de conocimiento sobre la naturaleza humana”. México: McGrw-Hill Interamericana

Millon, T. (1998).  “Trastornos de la personalidad. Más allá del DSM IV”. Barcelona: Masson

Millon, T. (2001). “Trastornos de la personalidad en la vida moderna”. Barcelona: Masson

http://www.psyciencia.com/2016/30/los-varones-narcisitas-tienen-mas-riesgo-practicar-bullying-las-ninas-narcisistas/



[1] http://www.psyciencia.com/2016/30/los-varones-narcisitas-tienen-mas-riesgo-practicar-bullying-las-ninas-narcisistas/
[2] https://www.trastornolimite.com/tp/trastorno-narcisista-de-la-personalidad
[3] https://www.trastornolimite.com/tp/trastorno-narcisista-de-la-personalidad
        
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02 de julio de 2015

Devolución de la Cátedra de Psicopatología I a Trabajos Prácticos presentados por alumnos




G01 - Trastorno Paranoide de la Personalidad 

Bonazzola Sofía, Celeiro Tatiana, Cettour Ailén



Cuando se plantea la necesidad de abordar un proceso de enseñanza-aprendizaje centrado en lo grupal, esta cátedra entiende que la apropiación conceptual como la vivencial es particularmente significativa para la incorporación integral pedagógica del alumno, por eso debe incluir tanto la lectura y comprensión de los textos, la transmisión de lo adquirido así como la participación activa de los alumnos en experiencias grupales concretas, que le permitan objetivar su propia implicación.

Los trabajos prácticos de la Asignatura Psicopatología I consisten en un proceso de articulación teoría-práctica en el marco de un proceso grupal, con algunas instancias evaluativas puntuales. En dicho proceso evaluativo se tuvo en cuenta:
a.       Presentación del trabajo escrito y oral en tiempo y forma.
b.      Presentación y exposición oral de los estudiantes que conforman el grupo a la clase.
c.       Explicitación y aclaración del encuadre del trabajo elegido.
d.      Desarrollo
e.      Puntualización de los principales recursos técnicos trabajados.
f.        Cierre
g.       Registro de las dificultades y logros luego de la exposición al grupo, identificando facilitadores y obstaculizadores en el proceso grupal.
h.      Pensamiento crítico reflexivo acerca de los supuestos que subyacen al desarrollo teórico correspondiente a distintos ámbitos de intervención grupal desarrollados en la asignatura.


El trabajo escrito fue presentado en tiempo y forma, respetaron las normas de la APA para la elaboración de los trabajos prácticos. Sin errores de ortografía ni de redacción.

Excelente trabajo escrito. En su contenido han incorporado autores de distintas teorías y enfoques; supieron sintetizar los contenidos y expresar de forma escrita los puntos centrales e importantes del trastorno.

Trabajo ordenado, simple y completo, lo que facilitó su lectura y comprensión. Muy importante para el que lo lee porque encuentra las particularidades del trastorno y lo hace interesante y dinámico.

Respecto a la exposición oral se las observó seguras, muy creativas, y dinámicas.

La estrategia utilizada para la exposición, el caso clínico presentado, fue un disparador muy interesante, permitió la reflexión del trastorno y enriqueció el trabajo escrito. Acorde a los objetivos que quisieron transmitir para el estudio de este trastorno.

Es de destacar la explicación psicodinámica que presentaron sobre la etiología del trastorno paranoide de personalidad.

Supieron como grupo transmitir lo estudiado.

Los integrantes del Grupo supieron respetarse los tiempos y se notó que cada una estaba atenta a lo que decía su compañera.

Las presentaciones estuvieron muy bien, los gráficos y colores llamaron la atención de la clase y facilitaron la comprensión de lo que estaban exponiendo.

Respecto de las preguntas sostenidas por la cátedra se las encontró reflexivas y expectantes.

De lo anterior se desprende que el trabajo se encuentra APROBADO. (Por disposición de la cátedra no se evalúa con nota)

Excelente trabajo. Felicitaciones!


Prof. Lic. Marina Bosco.

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G06 - Trastorno Histriónico de la personalidad   

Petersen Daiana y Karen Schmidt



Cuando se plantea la necesidad de abordar un proceso de enseñanza-aprendizaje centrado en lo grupal, esta cátedra entiende que la apropiación conceptual como la vivencial es particularmente significativa para la incorporación integral pedagógica del alumno, por eso debe incluir tanto la lectura y comprensión de los textos, la transmisión de lo adquirido así como la participación activa de los alumnos en experiencias grupales concretas, que le permitan objetivar su propia implicación.

Los trabajos prácticos de la Asignatura Psicopatología I consisten en un proceso de articulación teoría-práctica en el marco de un proceso grupal, con algunas instancias evaluativas puntuales. En dicho proceso evaluativo se tuvo en cuenta:
a.       Presentación del trabajo escrito y oral en tiempo y forma.
b.      Presentación y exposición oral de los estudiantes que conforman el grupo a la clase.
c.       Explicitación y aclaración del encuadre del trabajo elegido.
d.      Desarrollo
e.      Puntualización de los principales recursos técnicos trabajados.
f.        Cierre
g.       Registro de las dificultades y logros luego de la exposición al grupo, identificando facilitadores y obstaculizadores en el proceso grupal.
h.      Pensamiento crítico reflexivo acerca de los supuestos que subyacen al desarrollo teórico correspondiente a distintos ámbitos de intervención grupal desarrollados en la asignatura.



El trabajo escrito estuvo muy bueno, respetaron las normas de la APA para su elaboración, sin errores de ortografía ni de redacción. Trabajo concreto, de fácil lectura y comprensión.

Presentaron pocos autores, quizás pudieron haber investigado un poco más desde el modelo cognitivo. Sin embargo me pareció interesante y valioso como lo desarrollaron por escrito.

La exposición oral estuvo muy bien. Se las notó seguras y supieron interactuar correctamente. 

Excelente el disparador que eligieron para la exposición oral de la clase, la técnica audiovisual estuvo muy acorde para presentar el trastorno, el fragmento de la película permitió visualizar las características principales del Trastorno Histriónico de Personalidad. Invitó a la discusión y reflexión de la clase y mostró elementos que facilitó luego la exposición oral del trastorno.

Las respuestas a las preguntas de la cátedra indicaron que conocían adecuadamente del tema; más allá de los autores presentados en el trabajo practico, pudieron responder desde el enfoque cognitivo y se notó que habían leído otros autores además de los presentados, esto enriqueció la exposición y la reflexión del grupo e individual.

Un facilitador quizás haya sido que fueron sólo dos los integrantes que expusieron permitiendo un mayor orden y dinamismo.

Un obstaculizador quizás el video fue un poco extenso pero rescato que estuvo muy acorde a lo que quisieron mostrar con lo que venían trabajando.

De lo anteriormente presentado se desprende que el trabajo se encuentra APROBADO. (Debido a disposición de la cátedra no se evalúa con nota)

Felicitaciones. Muy buen trabajo.


Prof. Lic. Marina Bosco.

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G07 - Narcisista de la personalidad 
     
Morrison Julieta y Galizzi María Paula.



Cuando se plantea la necesidad de abordar un proceso de enseñanza-aprendizaje centrado en lo grupal, esta cátedra entiende que la apropiación conceptual como la vivencial es particularmente significativa para la incorporación integral pedagógica del alumno, por eso debe incluir tanto la lectura y comprensión de los textos, la transmisión de lo adquirido así como la participación activa de los alumnos en experiencias grupales concretas, que le permitan objetivar su propia implicación.

Los trabajos prácticos de la Asignatura Psicopatología I consisten en un proceso de articulación teoría-práctica en el marco de un proceso grupal, con algunas instancias evaluativas puntuales. En dicho proceso evaluativo se tuvo en cuenta:
     a)   Presentación del trabajo escrito y oral en tiempo y forma.
     b)  Presentación y exposición oral de los estudiantes que conforman el grupo a la clase.
     c) Explicitación y aclaración del encuadre del trabajo elegido. 
     d) Desarrollo
     e) Puntualización de los principales recursos técnicos trabajados.
      f)  Cierre
   g) Registro de las dificultades y logros luego de la exposición al grupo, identificando facilitadores y obstaculizadores en el proceso grupal.
   h) Pensamiento crítico reflexivo acerca de los supuestos que subyacen al desarrollo teórico correspondiente a distintos ámbitos de intervención grupal desarrollados en la asignatura.


La presentación del trabajo escrito fue muy completa y clara. Si bien desde lo formal presentan algunos errores de ortografía y redacción, se entiende y es muy simple de acceder a los conceptos del trastorno. Esto facilita la comprensión del mismo.
Respecto de la presentación oral en general muy bien, aunque cuando se dirigen al grupo que escucha no deben hablar en primera persona sino en tercera. Se notó un poco nerviosa a una de las expositoras, pero se valora positivamente que hayan sido las primeras en exponer de todos los grupos presentes.

Me pareció excelente como han interactuado al exponer el trastorno; se las observó dinámicas y espontáneas. Esto mantuvo muy atentos y concentrados al resto de la clase, lo que facilita la comprensión de lo que se quiere transmitir.

Respecto al encuadre trabajado han presentado autores e investigado, presentado un trabajo completo y coherente. Profundizando desde distintos enfoques, llamando a la reflexión sobre el trastorno, muestra un trabajo rico en contenidos y de fácil lectura.

Quizás un obstaculizador fue que fueron las primeras en exponer de todos los grupos y trajo un poco de ansiedad y nerviosismo pero resultó muy positivo ya que lograron transmitir los conocimientos adquiridos en la investigación del trabajo práctico de manera muy responsable y activa.

También podría interpretarse como un facilitador el ser las primeras en exponer  ya que abrieron las presentaciones; y la ansiedad propia de hablar en público les permitió desenvolverse y romper el hielo de enfrentarse a una clase que observa y escucha, atentos a la novedad y expectativas respecto de sus propias implicancias en este período de aprendizaje grupal por la que todos deberán transitar.

Respecto a las presentaciones  lograron la síntesis de todo el trabajo, desde lo visual fue interesante como lo expusieron, con colores e imágenes que llamaron la atención de los alumnos y de la profesora.

Considerando las preguntas de la cátedra, las alumnas pudieron promover un pensamiento crítico reflexivo respecto de todo el trabajo presentado relacionando adecuadamente lo estudiado con la presentación del trastorno narcisista de la personalidad.

Por lo anteriormente expuesto el trabajo práctico se halla APROBADO (no se evalúa con nota por disposición de la cátedra)

Trabajo Muy Bueno. Felicitaciones!


Prof. Lic Marina Bosco

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G08 - Evitativo de la personalidad 

Zaira Rewes Zaira y Zapata Melina




Cuando se plantea la necesidad de abordar un proceso de enseñanza-aprendizaje centrado en lo grupal, esta cátedra entiende que la apropiación conceptual como la vivencial es particularmente significativa para la incorporación integral pedagógica del alumno, por eso debe incluir tanto la lectura y comprensión de los textos, la transmisión de lo adquirido así como la participación activa de los alumnos en experiencias grupales concretas, que le permitan objetivar su propia implicación.

Los trabajos prácticos de la Asignatura Psicopatología I consisten en un proceso de articulación teoría-práctica en el marco de un proceso grupal, con algunas instancias evaluativas puntuales. En dicho proceso evaluativo se tuvo en cuenta:
a.       Presentación del trabajo escrito y oral en tiempo y forma.
b.      Presentación y exposición oral de los estudiantes que conforman el grupo a la clase.
c.       Explicitación y aclaración del encuadre del trabajo elegido.
d.      Desarrollo
e.      Puntualización de los principales recursos técnicos trabajados.
f.        Cierre
g.       Registro de las dificultades y logros luego de la exposición al grupo, identificando facilitadores y obstaculizadores en el proceso grupal.
h.      Pensamiento crítico reflexivo acerca de los supuestos que subyacen al desarrollo teórico correspondiente a distintos ámbitos de intervención grupal desarrollados en la asignatura.


El trabajo escrito está muy completo, muy buena elaboración y síntesis de los contenidos. Han respetado para su correcta presentación las normas de la APA solicitadas por ésta cátedra para la presentación del trabajo práctico. El mismo no presenta errores de ortografía ni de redacción.

Desde lo formal se presentó en tiempo y forma.

Con respecto a la exposición oral, se las observó seguras y estudiadas. Interactuando correctamente y respetando los tiempos de cada una.

Me pareció interesante la presentación del caso clínico como disparador para presentar el trastorno e introducirnos en el tema.  Esta estrategia seleccionada permitió visualizar elementos que trabajaron sobre el Trastorno Evitativo de la Personalidad invitando a la reflexión grupal y a la discusión de las ideas.

Con respecto a las presentaciones, estas fueron sintéticas y llamativas desde lo visual, sosteniendo la atención de la clase.

Una dificultad que se observó es que durante las exposiciones mantuvieron el mismo tono de voz y con disertaciones un tanto de memoria, lo que provocó que la clase por momentos se distrajera; sin embargo pudieron interactuar correctamente. Para corregir esto se podrían aportar ejemplos cambiando el tono de voz y llamando a la reflexión con algunas preguntas.

De todas maneras se vio que conocían los temas estudiados. Ante las preguntas de la cátedra se las observó reflexivas relacionando adecuadamente todo lo investigado acerca del Trastorno Evitativo de Personalidad.


Un facilitador significó que sólo eran dos las que exponían por lo tanto esto hace que la clase sea más ordenada.

Con respecto al marco conceptual trabajado, han incorporado autores y supieron dar a conocer este trastorno de manera simple y completa.

Por lo anteriormente expuesto el trabajo práctico se halla APROBADO. (Por disposición de la cátedra no se evalúa con nota)

Felicitaciones! Muy buen trabajo.


Prof. Lic. Marina Bosco

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G09 - De la personalidad por dependencia 

Clavijo Agustina, Merle Ana y Muguruza Ailin



Cuando se plantea la necesidad de abordar un proceso de enseñanza-aprendizaje centrado en lo grupal, esta cátedra entiende que la apropiación conceptual como la vivencial es particularmente significativa para la incorporación integral pedagógica del alumno, por eso debe incluir tanto la lectura y comprensión de los textos, la transmisión de lo adquirido así como la participación activa de los alumnos en experiencias grupales concretas, que le permitan objetivar su propia implicación.

Los trabajos prácticos de la Asignatura Psicopatología I consisten en un proceso de articulación teoría-práctica en el marco de un proceso grupal, con algunas instancias evaluativas puntuales. En dicho proceso evaluativo se tuvo en cuenta:
a.       Presentación del trabajo escrito y oral en tiempo y forma.
b.      Presentación y exposición oral de los estudiantes que conforman el grupo a la clase.
c.       Explicitación y aclaración del encuadre del trabajo elegido.
d.      Desarrollo
e.      Puntualización de los principales recursos técnicos trabajados.
f.        Cierre
g.       Registro de las dificultades y logros luego de la exposición al grupo, identificando facilitadores y obstaculizadores en el proceso grupal.
h.      Pensamiento crítico reflexivo acerca de los supuestos que subyacen al desarrollo teórico correspondiente a distintos ámbitos de intervención grupal desarrollados en la asignatura.


El trabajo escrito fue presentado en tiempo y forma, óptimo como han incorporado los diversos autores, muy completo y dinámico. De fácil lectura y comprensión.

Desde lo formal, han respetado las reglas de la APA para la elaboración de trabajos prácticos, sin errores de ortografía, ni redacción.

El trabajo escrito y su presentación son excelentes.

La presentación oral estuvo muy bien, aunque se observó nerviosismo y estudio de memoria, si bien el Grupo estudió todo el trabajo, se  notó cierta monotonía en la forma de exponer. La defensa estuvo muy correcta y supieron trabajar en equipo respetando los propios tiempos de cada una.

Me pareció muy interesante la técnica que eligieron, de exponer un caso como disparador, esto permitió visualizar elementos del tema estudiado, invitando a la discusión y reflexión del grupo y de la clase que las escuchaba.

Respecto a las presentaciones fueron muy dinámicas, sintéticas y claras. Los colores, cuadros sinópticos y mapas conceptuales que utilizaron enmarcaron perfectamente el trastorno y llamaron la atención de la clase.

Respecto del encuadre que utilizaron supieron sintetizar y unir diversos autores y teorías con gran capacidad para relacionar y transmitir por escrito las ideas e información recabada.

En relación a los facilitadores,  el Grupo mostró que sabía del tema, que fue estudioso y presentó un excelente trabajo escrito.

Se observa que deberían trabajar con mayor seguridad al exponer los trabajos y lograr un mayor dinamismo entre  los integrantes del Grupo.

Ante las preguntas de la Cátedra han tenido capacidad reflexiva y se las notó muy vivaces a la hora de diferenciar y  comprender este trastorno en relación con otros.

De lo anterior se desprende que el trabajo se encuentra APROBADO (por disposición de la cátedra, no se evalúa con nota)

Felicitaciones. !Muy buen trabajo!


Prof. Lic. Marina Bosco

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G10 - Obsesivo compulsivo de la personalidad 

Azzolino Juan Pablo, Folonier Pablo, Kletzky Nicolás, Lopez Colombo, Nicolás.

Cuando se plantea la necesidad de abordar un proceso de enseñanza-aprendizaje centrado en lo grupal, esta cátedra entiende que la apropiación conceptual como la vivencial es particularmente significativa para la incorporación integral pedagógica del alumno, por eso debe incluir tanto la lectura y comprensión de los textos, la transmisión de lo adquirido así como la participación activa de los alumnos en experiencias grupales concretas, que le permitan objetivar su propia implicación.

Los trabajos prácticos de la Asignatura Psicopatología I consisten en un proceso de articulación teoría-práctica en el marco de un proceso grupal, con algunas instancias evaluativas puntuales. En dicho proceso evaluativo se tuvo en cuenta:
   a)     Presentación del trabajo escrito y oral en tiempo y forma.
   b)    Presentación y exposición oral de los estudiantes que conforman el grupo a la clase.
   c)     Explicitación y aclaración del encuadre del trabajo elegido.
   d)    Desarrollo
   e)    Puntualización de los principales recursos técnicos trabajados.
   f)      Cierre
  g)   Registro de las dificultades y logros luego de la exposición al grupo, identificando facilitadores y obstaculizadores en el proceso grupal.
  h) Pensamiento crítico reflexivo acerca de los supuestos que subyacen al desarrollo teórico correspondiente a distintos ámbitos de intervención grupal desarrollados en la asignatura.


En cuanto al trabajo escrito se observó que si bien el grupo encaró el tema desde el trastorno de ansiedad y no desde el trastorno de personalidad, haciendo una recopilación muy completa del Trastorno Obsesivo Compulsivo, si pudo observarse que más adelantado el trabajo hacen explícitamente la diferencia con respecto al Trastorno Obsesivo Compulsivo de la Personalidad (pedido explícito de la cátedra para la exposición del grupo), de igual manera estuvo muy completa la información recabada.

El trabajo desde lo formal, presenta errores de ortografía y redacción si bien respetan las normas de la APA para su elaboración.

Se valora el abordaje que hicieron desde el Trastorno de Ansiedad para luego diferenciarlo del de Personalidad aunque la cátedra entiende que hubieran dado mayor importancia al trastorno de Personalidad como eje central de la exposición y del trabajo en sí mismo. Pudo observarse que dicho trastorno (TOCP) fue expuesto como un concepto más estudiado desde donde lo quisieron abarcar y no como tema principal del estudio.

Desde lo conceptual fue muy concreto y completo. Han citado varios autores y armaron el trabajo de manera ordenada. Fácil lectura y comprensión para el que lo lee.

En cuanto a la presentación oral se los observó muy seguros al exponer, han interactuado entre todos de manera ordenada. Se han respetado y dado lugar a la escucha entre compañeros, aportando ideas y datos cuando fuera necesario para el enriquecimiento y aprendizaje de todos.

En cuanto al desarrollo fue muy completo y claro. Hubiera sido más rico que hubiesen hecho más hincapié en el TOCP.

Me pareció muy interesante y valioso el disparador que plantearon. El audiovisual, fue en función de los objetivos que querían lograr. Provocó la atención del grupo y permitió visualizar elementos del tema que eligieron y quisieron trabajar.

El trabajo en general llama a la discusión y reflexión.

En cuanto al tiempo y forma estuvo acorde a lo pedido por la cátedra.

Entre los facilitadores del proceso grupal se observó que pudieron trabajar en equipo, uniendo los diversos temas de discusión. La presentación de las diapositivas ha sido muy completa, muy extensa y desde la expresión gráfica deberían mejorar para posteriores exposiciones respecto de utilizar imágenes y colores para que sea más ilustrativo y llamativo. Han recortado con poder de síntesis para la exposición.  

Se observó que todos los integrantes conocieron el trabajo para exponerlo a la clase, cada uno con su particularidad supo transmitir los conceptos con seguridad.

Ante las preguntas de la cátedra supieron reflexionar y responder, relacionando lo estudiado y dado en la clase grupal.

Hicieron un cierre correcto, resumiendo los aspectos más significativos del trastorno.

De lo anteriormente expuesto el trabajo se halla APROBADO, (todos los trabajos están sin nota porque así está dispuesto en la cátedra).

Felicitaciones! Muy buen trabajo. Trabajo muy completo.

Prof. Lic. Marina Bosco.

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Trabajos Prácticos de Psicopatología I



Trabajo Práctico Nº 01 -  Trastornos de la personalidad 

Organizado según:

GXX (Grupo Nº XX) - Trastorno
A (Alumnos):
Apellidos y Nombres
 



G01 - Paranoide de la Personalidad     
A:
Ailen, Sofia y Tatiana

G02 - Esquizoide de la personalidad    
A:
Corre, Chincuini, Reinafe

G03 - Esquizotípico de la personalidad
A:
Segovia Camila, Duarte Emiliana, Siprione (o Scipione) Felicitas

G04 - Antisocial de la personalidad      
A: Jacob Gisela, Ramírez Lucía, Demartín, Romanela;  Sadaba Cristian y Tisocco Sofía

G05 - Límite de la personalidad     
A: Capovila, Venturini, Goitea; Rodríguez, Primaries, Sirtori

G06 - Histriónico de la personalidad    
A: Petersen Daiana y Karen Schmidt

G07 - Narcisista de la personalidad      
A: Paula y Julieta

G08 - Evitativo de la personalidad
A: Zaira Rewes, Melina Zapata

G09 - De la personalidad por dependencia
A:
Clavijo Agustina, Merle Ana y Muguruza Ailin

G10 - Obsesivo compulsivo de la personalidad
A:
Juan Pablo Azzolino, Pablo Folonier y Nicolás Kletyky 

G11 - Depresivo de la personalidad      
A:
Kloster Gretel, Perrotta Fatima y Sabella Silvana

         Narcisístico y Paranoide  [Son dos Trastornos diferentes]            
A:
Bonazola Sofía, Galizi Paula



Situación:

El último Trastorno corresponde no a uno sino a dos y como ambos están ocupados, es un tema a resolver.

Los alumnos deben identificarse por Apellidos y Nombres. Quienes no lo estén deben enviar la correspondiente aclaración.    


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Bibliografía complementaria (Ver en  "Apoyo a las Clases" del Blog - Trastornos de la Personalidad - Dra. Elisa Cortese - Pagina 120 - de Psicología médica y salud mental)


También pueden consultar en Internet: Trastornos de la personalidad en la vida moderna de Theodore Millon


Prof. Marina Bosco 

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