ANÁLISIS CASO
CLÍNICO: DSM 5 - EJES
Eje I
F32.2 Trastorno depresivo mayor, episodio único, grave, sin síntomas psicóticos [296.23]
F32.2 Trastorno depresivo mayor, episodio único, grave, sin síntomas psicóticos [296.23]
F51.0 Insomnio relacionado
con otro trastorno mental [307.42]
Eje II
Z03.2 Ninguno
[V71.09]
Eje III
Ninguno
Eje IV
Fallecimiento de un miembro de la familia
Amenaza de pérdida de empleo
Economía insuficiente
Amenaza de pérdida de empleo
Economía insuficiente
Eje V
EEAG – 45 (actual)
------------------ ---------- ººººº --------------- ---------------
Jueves 30 de marzo de 2017
TRABAJOS PRÁCTICOS DE ALUMNOS
Trastornos de la Personalidad
GRUPOS
# GRUPO 1
Trastorno Paranoide de la Personalidad
- Ypuet Valentina
- Miceli Camila
- Zorrilla Maria Victoria
- Savino Florencia
# GRUPO 2
Trastorno Esquizoide de la Personalidad
- Giavon Florencia
- Echeverría Milagros
- Monserrat Candela
# GRUPO 3
Trastorno Esquizotípico de la Personalidad
- Bournissent Liliana
- Pañoni Luciano
- Sadaba Cristian
- Ruiz Diaz Maria Liz
# GRUPO 4
Trastorno Antisocial de la Personalidad
- Halle Florencia
- Kletzky Florencia
- Coroobss Camila
- Bonzi Cynthia
# GRUPO 5
Trastorno Límite de la Personalidad
- Gabas Nadia
- Pesuto Ornella
- Marcó Emilia
# GRUPO 6
Trastorno Histriónico de la Personalidad
- Dreise
- Morresi
- Khun
# GRUPO 7
Trastorno Narcisista de la Personalidad
- Osan Agustina
- Quintana Ernesto
- Ramirez Nahuel
# GRUPO 8
Trastorno Evitativo de la Personalidad
- Garcia María Belén
- Lamboglia Adriana
- Tonutti María Paula
# GRUPO 9
Trastorno de la Personalidad por Dependencia
- Colignon Antonina
- Spretz Carla
- Mattiassi Yamila
- Altamirano Marcos
# GRUPO 10
Trastorno Obsesivo Compulsivo de la Personalidad
- Casanellas Romina
- Graciani Camila Mariana
- Carbo Alejandra
-------------------------- ***** -----------------------------------
TRABAJOS PRÁCTICOS DE ALUMNOS
Trastorno Narcisista de la Personalidad
Julián Vázquez y León J. Pavé Pagés
Noviembre de 2016
Introducción
La Psicología, como ciencia de la salud, no
se encarga sólo de teorizar acerca del comportamiento humano, las emociones,
pensamiento y demás funciones del hombre, sino que se encarga de ver cómo todo
esto puede afectarle su diario vivir, y de acuerdo a ello, cómo intervenir para
dar un mejor nivel de salud. Por ello, una rama de ella, la Psicopatología, se encarga de estudiar
las manifestaciones psíquicas anormales, que denotan sufrimiento del paciente.
Este sufrimiento
se expresa en síntomas
(manifestaciones objetivas) y signos
(manifestaciones objetivas), dando en su conjunto diferentes síndromes y trastornos. Las clasificaciones de éstos constituyen las nosografías que nos van a permitir diagnosticar correctamente a un paciente
y, en consecuencia, darle un tratamiento
adecuado, acorde al tipo de padecimiento que sufra (aquí ya van actuar la psicoterapia y la psiquiatría).
Dentro de ellas,
las taxonomías correspondientes a los trastornos de personalidad han sido las
más difíciles, con muchas críticas y dificultades en su teorizaciones, sobre
todo por la cantidad de modelos y criterios utilizados para ello. Tanto desde
el modelo psicodinámico (diferentes líneas de la psicología profunda), el
cognitivo como el biomédico, entre otros, se dan diferentes aportes para la
comprensión de diferentes patrones o estilos de personalidad disfuncionales.
En el siguiente
trabajo expondremos el trastorno de personalidad narcisista, correspondiente al
grupo B “dramáticos, emotivos e
inestables”, también llamado el patrón egoísta de la personalidad, tomando en
cuenta diferentes autores de los modelos antes mencionados, la última edición
del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5), y
alguna página de Internet que resulte útil ante este propósito (todo con las
correspondientes referencias bibliográficas al fin del trabajo), intentando no
solamente dar una descripción fenomenológica del trastorno, sino también
diferentes concepciones acerca de su etiología y pronóstico.
Para ello se
seguirán las consideraciones que la cátedra dictamina para la confección de trabajo
práctico, a saber:
● Descripción clínica del trastorno,
clasificación, formas de presentación y sintomatología
● Etiología
● Prevalencia, incidencia, curso y
pronóstico
● Diagnóstico diferencial
Desarrollo
Para hablar de
un “trastorno de personalidad”, creemos conveniente explicar lo que es un
trastorno mental o psicológico, y lo que es la personalidad para luego
adentrarnos en el trastorno que nos compete.
El concepto de trastorno mental
Un trastorno
mental es un “síndrome caracterizado una
alteración clínicamente significativa del estado cognitivo, la regulación
emocional o el comportamiento del individuo que refleja una disfunción de los
procesos psicológicos, biológicos o del desarrollo que subyacen en su función
mental” (Asociación Psiquiátrica Americana, 2014, p. 20). Por lo común se
asocian a un estrés significativo o discapacidad social, laboral, religiosa,
sexual, etc. aplicado a quienes demuestran un comportamiento y emociones
trastornados, pero que no perdían contacto con la realidad. Para la CIE-10 (OMS,
1992) el término refiere a la presencia de un
comportamiento o de un grupo de síntomas identificables en la práctica clínica
que en la mayor parte de los casos se acompañan de malestar o interfieren en la
actividad del individuo. Los dos signos más característicos de los trastornos
psicológicos son presencia de emociones dolorosas crónicas (ansiedad,
depresión, ira...) y presencia de conflictos duraderos en las relaciones
sociales, familiares o de pareja.
Personalidad
Para Allport
(1965), la personalidad es la organización dinámica, dentro del individuo, de
los sistemas psicofísicos que determinan sus adaptaciones únicas a su ambiente.
Esta definición clásica remite a una organización interna, es decir, un orden
subjetivo e individual, de sistemas tanto psíquicos como físicos en relación a
la adaptación a los ámbitos natural y social. También podríamos definir la
personalidad como el “conjunto de rasgos
psicológicos y mecanismos dentro del individuo que son organizados y
relativamente estables, y que influyen en sus interacciones, y adaptaciones al
ambiente intrapsíquico, físico y social” (Larsen y Buss, 2005, p 4).
Los cimientos de los trastornos de personalidad
Los síntomas de
los trastornos de personalidad pueden verse como variaciones desadaptativas
dentro de distintos dominios: Rasgos, Motivación, Cognición, Emoción,
Autoconcepto-autoestima, Relaciones sociales, Biología. Se cree que el concepto
de trastornos de personalidad en realidad une a todos los diferentes
componentes y dominios de la personalidad (Larsen y Buss, 2005).
·
Los rasgos de personalidad
describen consistencias en la conducta, pensamiento o sentimiento y representan
diferencias significativas entre las personas. Los trastornos de personalidad
pueden considerarse como variaciones desadaptativas de estos rasgos.
·
La motivación es un cimiento básico de la personalidad, importante
para entender los trastornos de ésta. Describe lo que una persona quiere y por
qué se comporta en formas particulares. Un tema común en varios trastornos de
personalidad se refiere a las adaptaciones desadaptativas de esos motivos
comunes, como el poder y la intimidad.
·
La cognición es la actividad mental involucrada en la percepción,
interpretación y planeación. Estos procesos pueden distorsionarse en los
trastornos de personalidad. Algunos implican males interpretaciones rutinarias
y consistentes de las intenciones de otros, deterioro del juicio social, etc.
La emoción también es importante con
varios trastornos de personalidad: Hay una variación extrema en las emociones
experimentadas: algunos trastornos implican volatilidad extrema en las
emociones mientras otros implican extremos de emociones específicas, como
ansiedad, miedo o ira. La mayoría de los trastornos de personalidad tienen un
núcleo emocional, componente importante para entender ese trastorno. El
trastorno narcisista que presentaremos más adelante se caracteriza por la falta
de empatía y el uso de la racionalización y fantasía.
·
El autoconcepto es la propia colección de autoconocimiento de la
persona, el entendimiento de uno mismo. En la mayor parte de los trastornos hay
una distorsión en él. Hay una falta de estabilidad en el autoconcepto, de tal
manera que la persona pude sentir que no tiene núcleo o que tiene problemas
para tomar decisiones o que necesitan ser reconfortados en forma constante por
otros. La autoestima también es una
parte importante del ser y algunos trastornos se asocian con niveles altos o
bajos en extremo. El trastorno narcisista que presentaremos más adelante se
caracteriza por la auto exaltación.
·
Las relaciones sociales interpersonales y el comportamiento social, con
frecuencia son alterados o manifiestan patrones desadaptativos en los
trastornos de personalidad. Por ejemplo, una relación íntima exitosa en lo
sexual con otra persona implica saber cuándo es apropiado y esperado el
comportamiento sexual y cuando no. Los problemas con la intimidad son aspectos
frecuentes (sin empatía, habilidades sociales deficientes, manera de coqueteo
impropia, etc.).
·
La biología puede también formar los cimientos de varios trastornos de
personalidad (componentes genéticos, fisiológicos, etc.).
Un sistema
aceptado ampliamente para diagnosticar y describir trastornos mentales está
incluido en el DSM, el manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, publicado por la APA (Asociación
Psiquiátrica Americana), y es el referente en salud mental mundial. En el 2014
se publicó la 5°edición, con más de 200 trastornos mentales. Hay algunos que afectan el pensamiento (por
ej., esquizofrenia), emociones (trastorno de pánico), alimenticios (bulimia)
sexualidad disfuncionalidad (pedofilia), por abuso de drogas (psicosis inducida
por cocaína), etc.
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
“Es un patrón permanente inflexible de experiencia
interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de
la cultura del sujeto” (APA, 2014, 645). Sus características
son: ausencia de abuso de sustancias o enfermedad médica (por ej., traumatismo
craneal), inicio en la adolescencia o en la edad adulta, estabilidad a lo largo
del tiempo, produce malestar significativo para el sujeto en las áreas de
cognición, afectividad, sociabilidad y control de impulsos, debido a su
rigidez. Es muy importante tener en cuenta la cultura que envuelve al sujeto,
ya que, por ej., un trastorno narcisista puede no ser tan mal visto en las
sociedades más individualistas, como Estados Unidos, y las edades de aparición
o los indicios que se van dando desde la niñez (por ej., un niño con problemas
de conducta y rebeldía puede desembocar en un trastorno antisocial). El género
no es determinante, pero sí hay que tener en cuenta que muchos trastornos están
diagnosticados más en mujeres y otros más en varones, lo que no quita que se
deba a un sesgo sexista (Larsen y Buss, 2005). El Sistema categorial de
clasificación da los siguientes grupos:
·
Tipos GRUPO A: Raros ó Excéntricos: refiere
a la forma en que la persona interactúa con los otros, haciéndolo diferente,
algunos no tienen interés en nadie, otros se sienten perseguidos o incómodos en
exceso con los demás (Larsen y Buss, 2005).
Trastorno paranoide de la
personalidad: es un patrón de desconfianza y suspicacia
que hace que se interpreten maliciosamente las intenciones de los demás.
Trastorno esquizoide de la
personalidad: es un patrón de desconexión de las
relaciones sociales y de restricción de la expresión emocional.
Trastorno esquizotípico de
la personalidad: distorsiones perceptivas,
cognitiva y excentricidades
·
Tipos GRUPO B: Dramáticos, Emotivos o Inestables: tienen al descontrol emocional y a dificultárseles el llevarse bien
con los demás, siendo a veces imprevisibles (Larsen y Buss, 2005).
Trastorno antisocial de la
personalidad: es un patrón de desprecio y violación
de los derechos de los demás.
Trastorno límite de la
personalidad: es un patrón de inestabilidad en las
relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos y de una notable
impulsividad.
Trastorno histriónico de
la personalidad: es un patrón de emotividad
excesiva y demanda de atención.
Trastorno narcisista de la
personalidad: es un patrón de grandiosidad,
necesidad de admiración y falta de empatía.
·
Tipos GRUPO C: Ansiosos y Temerosos: consiste
en patrones comportamentales dirigidos a evitar la ansiedad, generando otros
problemas, incluso más graves (Larsen y Buss, 2005).
Trastorno de la
personalidad por evitación: es un patrón de
inhibición social, sentimiento de incompetencia e hipersensibilidad a la
evaluación negativa.
Trastorno de la
personalidad por dependencia: es un patrón de
comportamiento sumiso y pegajoso relacionado con una excesiva necesidad de ser
cuidado.
Trastorno obsesivo
–compulsivo de la personalidad: es un patrón de
preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control. Es diferente del
TOC.
Trastorno narcisista de la personalidad
La palabra clave
de los narcisistas es "autoexaltación" (Beck, 1995).
·
Concepción de sí mismas: se creen especiales y únicas. Se atribuyen un estatus especial,
por encima de las personas corrientes. A su juicio son superiores y tienen
derecho a favores especiales y a un tratamiento de favor; están por encima de
las reglas que rigen a las otras personas.
·
Concepción de los demás: los otros son inferiores, no con el mismo sentido que en las
personalidades antisociales. Simplemente se consideran prestigiosas y por
encima del promedio; los otros serían sus vasallos o partidarios. Procuran
obtener la admiración de los demás, sobre todo como prueba de su propia
grandiosidad y para preservar su estatus superior.
·
Creencias: Las nucleares son "Puesto que soy especial, merezco
miramientos, privilegios y prerrogativas especiales", "Soy superior a
los demás y ellos tienen que reconocerlo", "Estoy por encima de las
reglas". Las creencias condicionales son: "Si no reconocen mi status
especial, hay que castigarles", "Para conservar mi status especial,
debo someterles". La creencia instrumental vendría a ser: "Trata constantemente
de insistir en mi superioridad y en demostrarla".
·
Estrategia: hace cuanto pueda por reforzar el propio estatus superior y
ampliar el dominio personal. El narcisista busca gloria, riqueza, posición,
poder y prestigio para reforzar continuamente su imagen "superior".
Tiende a ser altamente competitivo con quienes pretenden un status igualmente
alto. Recurre a estrategias manipuladoras para lograr sus fines. Para ellos es
lícito todo y cualquier cosa. A diferencia de la personalidad antisocial, no
tienen una concepción cínica de las reglas de la conducta humana; simplemente
se consideran exceptuados. Se ven como parte de la sociedad, pero en el estrato
más alto.
·
Afecto: cólera cuando otras personas no les conceden la admiración o el
respeto que creen merecer, o de algún otro modo los frustran. Son proclives a
la depresión cuando sus estrategias fallan.
El narcisista se
ve como superior al resto de los mortales y busca la gloria con cualquier
método seguro. Tiene “necesidad intensa
de ser admirado, un sentido intenso de vanidad y una falta de perspicacia
respecto a los sentimientos de otras personas” (Larsen y Buss, 2005, p.
620). Las creencias típicas asociadas son (Beck, 1995):
1)
Soy una persona muy especial.
2)
Puesto que soy superior, tengo derecho a un trato y privilegios especiales.
3)
A mí no me obligan las reglas que valen para los demás.
4)
Es muy importante obtener reconocimiento, elogio y admiración.
5)
Si los demás no respetan mi status, deben ser castigados.
6)
Todos tienen que satisfacer mis necesidades.
7)
Los demás deben reconocer lo especial que soy.
8)
Es intolerable que no se me tenga el debido respeto o que no consiga aquello a
lo que tengo derecho.
9)
Las otras personas no merecen la admiración o la riqueza que tienen.
10)
La gente no tiene ningún derecho a criticarme.
11)
Mis necesidades están por encima de las de cualquier otro.
12)
La gente debería preocuparse por promocionarme, porque tengo talento.
13)
Sólo me comprenden las personas tan inteligentes como yo.
14)
Tengo todas las razones para esperar grandes cosas.
Criterios diagnósticos del DSM 5 para el trastorno
narcisista de la personalidad
“patrón dominante de grandeza (en la fantasía
o el comportamiento), necesidad de admiración y falta de empatía, que comienza
en las primeras etapas de la vida adulta y se presenta en diversos contextos, y
que se manifiesta por 5 o más de los siguientes hechos” (APA, 2014, p.669):
(1) cree que es especial y único y que solo
puede comprenderle o solo puede relacionarse con otras personas o instituciones
especiales de alto estatus
(2) Es explotador en las relaciones
interpersonales: se aprovecha de los otros para lograr sus propios fines.
(3)
Tiene sentimientos de grandeza y prepotencia; por ejemplo, exagera sus logros y
talentos, espera ser advertido como "especial" sin realizaciones
apropiadas.
(4) muestra comportamientos o actitudes
arrogantes, de superioridad.
(5) Ocupan su mente fantasías de éxito, poder,
brillo, belleza o amor ideal ilimitados.
(6) Cree tener derechos: espera, sin ninguna
razón, un tratamiento especialmente favorable; por ejemplo, supone que no debe
esperar en una cola mientras las otras personas tienen que hacerlo.
(7) Reclama constante atención y admiración; por
ejemplo, está a la pesca de cumplidos.
(8) Falta de empatía: incapacidad para reconocer
y experimentar los sentimientos de los demás; por ejemplo, fastidio y sorpresa
cuando un amigo seriamente enfermo cancela una cita.
(9) con frecuencia envidia a
los demás o cree que estos le envidian.
Desarrollo de la concepción psicodinámica
El concepto de
trastorno narcisista de la personalidad (TNP), se basa sobre todo en la literatura
psicoanalítica (Millon, 1998). El término "narcisismo" proviene del
mito griego de Narciso, que se enamoró de su propia imagen reflejada en las
aguas de una fuente. Su destino fue consumirse en un deseo insatisfecho y
transformarse en la flor que lleva su nombre (Grimal, 1981). La primera
referencia a este mito en la literatura psicológica apareció en una historia
clínica publicada por Havelock Ellis (1898, citado en Millon, 1998), que
describía las prácticas masturbatorias o "autoeróticas" de un joven. Luego
Paul Nacke (1899, citado en Millon, 1998). Más tarde, Freud incorporó el
término "narcisista" en sus primeros ensayos teóricos sobre el
desarrollo psicosexual, y después desarrolló una concepción del narcisismo como
un proceso psicológico preciso (1914). Para él, el narcisismo era una fase del
desarrollo normal que seguía a una etapa autoerótica y con la maduración
desembocaba en el amor objetal. Consideraba que los cuidadores irregulares,
poco fiables en la vida temprana, o los padres que valoraban excesivamente al
niño eran los principales obstáculos para el desarrollo del amor objetal, de
modo que provocaban una fijación en la fase narcisista. En consecuencia, los
narcisistas serían incapaces de constituir vínculos verdaderos a causa de una
fijación en esta etapa de interés en sí mismo. Los ulteriores teóricos
psicoanalíticos se centraron en los aspectos interpersonales del narcisismo, y
comenzó a surgir el concepto de "personalidad narcisista". No
obstante, no hubo acuerdo sobre si el narcisismo era un componente de la
neurosis, la psicosis o los trastornos del carácter. La obra de teóricos de las
relaciones objetales presenta al narcisismo como un trastorno del carácter o la
personalidad (Beck, 1995).
Para Kernberg
(1999), la grandiosidad y el abuso de las demás características del narcisista
constituyen pruebas de la "rabia oral", un proceso patológico en el
desarrollo libidinal (psicosexual). Esto se origina presumiblemente en la
carencia emocional provocada por una madre crónicamente indiferente o con una
malevolencia encubierta. Al mismo tiempo, algún talento o rol singulares dan al
niño la sensación de ser especial, como válvula de escape emocional en un mundo
de indiferencia o amenazas percibidas. El sentimiento de grandeza o de tener
derecho a privilegios sirve para amparar a un "sí-mismo real" que
está "escondido" o es inaccesible a la conciencia. Cree que el
sí-mismo real contiene sentimientos fuertes inconscientes de envidia, miedo,
privación y rabia. Sostiene que esta megalomanía es un proceso patológico; su
enfoque del tratamiento requiere la confrontación e interpretación de los
conflictos inconscientes, para reparar el daño sufrido por la estructura
intrapsíquica a causa de la detención en el desarrollo.
En contraste,
Kohut (1992) ha conceptualizado al narcisismo como una forma de la libido, con
un curso normal propio del desarrollo, y no ya como una desviación patológica
de ese proceso: el narcisismo patológico resultaría de una detención evolutiva
que se produce cuando no están adecuadamente integradas esas importantes
estructuras de la personalidad que son el "sí-mismo grandioso" y la
"imago parental idealizada", consecuencia de una decepción traumática
provocada por una madre no suficientemente confirmatoria en sus respuestas
emocionales al niño, o que, a la inversa, no ha permitido que el hijo aprecie
sus límites reales. Entonces, el sentimiento de grandeza arcaico y la imago
parental idealizada se "disocian" y convierten en una búsqueda de
satisfacción repetitiva, inconsciente; el tratamiento entonces requiere un
terapeuta empático que complete las tareas evolutivas de atemperar el sentimiento
de grandeza y aceptar la decepción que acompaña al hecho de comprender que las
personas idealizadas tienen límites.
En la opinión de
Karen Horney (1939, citado en Millon, 1998) se considera al narcisismo una
autoinflación psíquica, que como la económica, supone pretender mayores valores
de los que realmente se poseen. La persona es amada y admirada por valores
inflados, espera amor y admiración de los otros que no posee o no en la medida
que supone. El tema del amor a sí mismo
y del interés en sí mismo ha evolucionado desde ser una explicación de la
masturbación hasta caracterizar un trastorno de amplio espectro, denominado
"narcisismo". La literatura psicoanalítica sobre el narcisismo
proporciona amplios detalles acerca de la fenomenología de este trastorno. Pero
su etiología del narcisismo está limitada por su excesivo énfasis en las
presuntas inadecuaciones de los aspectos emocionales de la crianza por parte de
la madre. Ninguna prueba empírica vincula claramente la privación en la crianza
con las características del narcisismo adulto. Los estudios que evalúan la
privación en la crianza durante las primeras etapas del desarrollo en animales
y seres humanos indican efectos de apatía emocional, retracción, conducta
social inadecuada (Beck, 1995), y un síndrome de crecimiento retardado que se
ha llamado "imposibilidad de progresar" (Oates, Peacock y Forest,
1985, citado en Beck, 1995). Estos efectos no son compatibles con los rasgos
narcisistas de la explotación de los demás, el sentimiento de grandeza y la
lucha constante por la admiración.
No se cuenta con
estudios de pronóstico sobre adaptación de la personalidad adulta, realizados
con niños carentes de cuidados. Un estudio longitudinal de pronóstico de 456
varones con riesgo de delincuencia juvenil (Vaillant y Drake, 1985, citado en
Beck, 1995) informó que las "defensas inmaduras" asociadas con los
trastornos de la personalidad en la edad adulta eran independientes de la
calidad de la infancia del sujeto, en términos de la evaluación clínica de la atmósfera
hogareña y de la clasificación de "proveniente de una familia
problemática". Los supuestos psicoanalíticos no tienen más respaldo
empírico que las historias clínicas de algunos casos. Las otras investigaciones
relacionadas con el tema parecen contradecir los supuestos sobre el rol causal
de la inadecuación materna. La posibilidad de una predisposición determinada
por el sexo también debe destacarse como un factor de la teoría psicoanalítica
de la etiología del narcisismo. Las observaciones existentes se basaron en
pacientes varones y han sido comunicadas sobre todo por autores varones.
Se sigue
singularizando a las madres como figuras responsables. La inculpación de la
madre es un problema grave y profundo, que sin duda le da un sesgo tendencioso
a la literatura clínica profesional. En el ámbito de la privación, se ha puesto
de manifiesto que corresponde más estudiar la privación paterna que la
privación materna, y que un aspecto crítico del problema es la falta de apoyo y
cuidado para la madre (Beck, 1995). La teoría psicoanalítica podría presentar
la limitación de una tendenciosidad sexual de la población de teóricos, en los
sujetos del estudio clínico y en los supuestos básicos concernientes a la
etiología. Es necesario desarrollar alternativas que corrijan este claro
carácter tendencioso de tales teorías.
La aplicación de la teoría del aprendizaje social
La perspectiva
interpersonal se centra entre las transacciones entre emisor y receptor en la
comunicación interpersonal. Millon (2001) descarta la hipótesis de la privación
materna y se centra primordialmente en la valoración parental excesiva como
causa del narcisismo: cuando los progenitores responden al niño de un modo tal
que amplifican la sensación que éste tiene de su propio valor, la autoimagen
internalizada se ve realzada más de lo que la realidad externa puede validar.
Esta es la fuente del estilo de la personalidad narcisista. Ambos padres (y no
sólo la madre) siguen desempeñando el rol primario, pero la causa está sobre
todo en la información que le proporcionan directamente al niño, por medio de
la retroalimentación, o indirectamente, a través del modelado. La única
estructura intrapsíquica inferida es la autoimagen del niño.
Millón (1998)
marca que tanto el narcisista como el antisocial se vuelven hacia sí mismos en
busca de gratificación han aprendido a
confiar más en sí mismos que en los demás para obtener seguridad y autoestima,
y menosprecian las normas y opiniones de
los otros, dando un estilo de personalidad independiente, pero sus historias
vitales y las estrategias que usan para satisfacer sus necesidades son
sustancialmente distintas:
·
Pasivo-independiente o
narcisista: confía en su propia valía, siente que simplemente necesita ser el
mismo para justificar el estar satisfecho y seguro, y que los demás deben
reconocer su superioridad.
·
Activo-independiente o
antisocial: se esfuerza por probarse a sí mismas, insiste en sus derechos y se
mostrará duro e implacable cuando necesite ganar poder sobre los otros o
arrebatárselo, basado en una profunda desconfianza y animosidad.
Millon
(2001), en una diferenciación más afinada de este problema describe cuatro
tipos de personas narcisistas:
a) Narcisista sin escrúpulos:
Son individuos con pocas prohibiciones morales internalizadas que pueden ser
crueles, despiadados y explotadores.
b) Narcisista compensador:
Desarrolla una ilusión de superioridad pero esconde un profundo sentimiento de
deficiencia, probablemente fruto de haber recibido una profunda herida en su
infancia. Al igual que las personalidades evitadoras, estas personas son
extremadamente sensibles al juicio ajeno y a la desaprobación.
c) Narcisista
apasionado: Presenta rasgos histriónicos y busca el hedonismo sexual
seduciendo y tratando a sus semejantes como objetos con los que satisfacer sus
propios deseos.
d) Narcisista elitista: Cree
formar parte de una raza aparte y estar hecho de una pasta superior. Lo que
teme realmente es asumir la mediocridad y buscan desesperadamente la admiración
y el reconocimiento de los demás.
La paradoja narcisista (Larsen y Buss, 2005) es que, aunque los narcisistas
parecen tener una autoestima alta, su autoestima en realidad es bastante
frágil: aun cuando parecen seguros de sí y fuertes, necesitan recibir la
admiración y atención de otros (alguien con un autoestima en realidad alta no
tendría la necesidad del elogio y la admiración ajenos). La CIE-10 no toma este
trastorno.
En relación al
desarrollo en la infanica, el Journal of Abnormal Child Psychology[1]
se dispuso a resolver esa limitación y evaluó a 393 niños holandeses (51%
niñas) que estaban en cuarto grado cuando inició la investigación y los siguió
durante tres años. A todos los participantes se les tomó la Escala de
Narcicisimo Infantil. En las niñas no se encontró una asociación entre el acoso
escolar (bullying) y el narcicismo;
los niños con altas puntuaciones en la Escala de Narcicismo Infantil eran más
propensos a comprometerse en conductas de narcicismo directo e indirecto.
También se observó que estos niños tenían mayor dominancia social que sus
pares. Uno de los resultados que más llamó la atención de los investigadores fue
la relación entre el acoso indirecto (a espaldas del acosado, rumores, robos,
etc.) y el narcisismo. Al buscar una explicación, encontraron que podría
deberse al hecho de que, para estos niños con alto narcisismo, el acoso
indirecto es más efectivo al requerir una acción solo de su parte; por otro
lado, el directo es más evidente y suele demandar la ayuda de otros.
Conceptualización cognitiva
Usando el
concepto de tríada cognitiva (Beck, 1995), al TNP podemos conceptualizarlo
derivado de una combinación de esquemas disfuncionales sobre sí mismo, el mundo
y el futuro. La base inicial se desarrolla gracias a los mensajes directos e
indirectos recibidos de padres, hermanos y otros significativos, y gracias a
las experiencias que dan forma a las creencias sobre la singularidad e
importancia personales. Este conglomerado genera algunas creencias
distorsionadas de gran peso y actividad. Los narcisistas se sienten especiales,
excepcionales, con derecho a centrarse exclusivamente en la gratificación
personal, esperan admiración, deferencia y sumisión de los demás; en cuanto al
futuro, su meta es la realización de grandiosas fantasías. No le importan los
sentimientos de los otros. La conducta se afecta por el déficit de cooperación
e interacción social recíproca y por excesos de conductas exigentes,
autocomplacientes y a veces agresivas (Beck, 1995). La sensación de ser único,
importante y diferente de los demás se desarrolla a partir de diversas
experiencias, pudiendo haber sido promovido por la adulación, la indulgencia y
el favoritismo reiterados como también de los déficits, las limitaciones, la
exclusión o el rechazo. Por ej., haber sido singularizado como blanco del abuso
de un progenitor, haber sido tildado como débil o enfermizo por los padres o la
de pertenecer a una familia considerada "diferente" por la mayor
parte de la comunidad en razón de su estatus étnico, geográfico, racial o
económico. Esta autoimagen basada en el déficit o rechazos Francés (1985) la señala
como una forma más sutil, caracterizada por sentimientos de inferioridad,
envidia, carácter fantasioso y apego a otros omnipotentes. Sentir inferioridad
o superioridad tienen en común para este trastorno el derivar en que el sujeto
se percibe como diferente del resto en algún sentido importante. Después esa
diferencia se asociaría con reacciones emocionales exageradas, pues se
considera maravillosa o terrible. La presencia real de algún talento o atributo
físico culturalmente tenderá a suscitar respuestas sociales que refuerzan el
esquema "superior” o “especial". La retroalimentación capaz de
modificar el esquema de ser "especial" puede faltar por completo o
haber sido distorsionada.
El narcisista
suele recoger muy poco de la experiencia de sus semejanzas con los otros. Los
padres suelen negar o distorsionar sistemáticamente la retroalimentación
externa negativa que le llega al niño. Este aislamiento genera la hipersensibilidad
frente a la evaluación. A la inversa, la retroalimentación negativa continua se
convierte en una experiencia que alimenta las reacciones extremas,
catastróficas, ante las críticas percibidas, y hace que el individuo esté
siempre en guardia en cuanto a la atención que se le dedica. Los problemas
surgen principalmente cuando estos esquemas sobre sí mismo se vuelven
hiperactivos y no son equilibrados por juicios más integradores, ya que sus
ínfulas son vanas.
Diagnostico
diferencial
La
característica más útil para discriminar el trastorno de personalidad
narcisista de los trastornos de personalidad histriónica, antisocial y límite
es que sus estilos de interacción se caracterizan por la grandiosidad, la
coquetería, la insensibilidad y la necesidad, respectivamente. La relativa
estabilidad de la propia autoimagen, la falta de preocupación autodestructivas,
la impulsividad y miedo al abandono lo distinguen del trastorno límite. El
orgullo excesivo por sus logros, relativa falta de despliegue emocional y el
desprecio por las preocupaciones de los demás, ayudan a distinguirlo del
histriónico. El limite, el histriónico y el narcisista exige mucha atención
pero este último necesita que esa atención
venga acompañada de admiración. Tanto el individuo con narcisismo como el
antisocial, son obstinados, simplistas, superficiales, explotadores y sin
empatía, pero lo narcisistas no presentan necesariamente impulsividad,
agresividad y engaño o delitos, además, los antisociales no necesitan admiración ni manifiestan
envidia. Junto con el trastorno de la personalidad obsesivo compulsivo, el
narcisismo se caracteriza por el perfeccionismo y por creer que los demás no
pueden hacer las cosas tan bien, pero los obsesivos compulsivos se autocritican
y los narcisistas creen que han alcanzado la perfección. La desconfianza y el
aislamiento social distinguen al personalidad esquizotípica y paranoide, si
esas cualidad aparecen en los individuos con trastorno de personalidad
narcisista es por temor a que se descubras sus imperfecciones o defectos. Este
trastorno debe diferenciarse de los síntomas que se pueden desarrollar en
relación con el consumo persistente de sustancias. La grandiosidad puede surgir
como parte de episodios de manía o hipomanía, pero su asociación con el cambio
de estado de ánimo o alteraciones funcionales ayuda a distinguir esto del
trastorno de personalidad narcisista
(APA 2014).
EVALUACIÓN
Contexto clínico general
Lo típico es que
las personas narcisistas recurran al tratamiento cuando desarrollan algún
incómodo trastorno del Eje I, o se enfrentan con algún problema grave en una
relación. Los trastornos depresivos son la perturbación
sintomática más común que lleva al narcisista a iniciar un tratamiento, por
ej., la depresión mayor o por abuso de sustancias. No obstante, cuanto más
grave sea la depresión presentada, más difícil resultará evaluar con exactitud
la presencia de un trastorno de la personalidad. Factores que precipitan la
depresión suelen ser el trastorno o ruptura de alguna relación, problemas en el
trabajo o alguna crisis que "pincha" el sentimiento de grandeza y
produce desaliento o humillación. A veces las expectativas grandiosas no
satisfechas se acumulan a lo largo del tiempo, y finalmente imponen la
conclusión disfórica de que los grandes sueños nunca se harán realidad. Es
típico que la depresión narcisista suponga una discrepancia entre las
expectativas/fantasías y la realidad. Los pensamientos automáticos se centran
en expectativas no satisfechas, en carencias e inferioridades de los demás y en
la singularidad de los problemas del paciente. El narcisista puede también
padecer una sensación de humillación por el hecho de estar deprimido. También
otros trastornos sintomáticos o problemas de conducta llevan al narcisista a iniciar
un tratamiento. A veces sus allegados se cansan de él y le lanzan un ultimátum
que le obliga a iniciar una psicoterapia, o bien el narcisista busca
tratamiento para poner fin al malestar de un trastorno sintomático distinto de
la depresión: la hipersensibilidad a la evaluación por parte de otros se puede
poner de manifiesto en forma de fobia
social. La preocupación excesiva por
presuntos defectos en el aspecto personal precipita conductas fóbicas, pues el
individuo busca llamar la atención pero simultáneamente teme la evaluación
(Beck, 1995).
En la
hipocondría, el excesivo interés en sí mismo se concentra en la protección y el
cuidado del físico, un modo socialmente aceptable de dedicarse tiempo y
energía, con los clásicos beneficios secundarios de la atención y la simpatía
de los demás. La vulnerabilidad física justifica que se necesite una
consideración especial, como el hecho de que la realidad no esté a la altura de
las capacidades fantaseadas. La enfermedad pasa a ser una explicación tolerable
de que no se haya llegado a ser lo que "se podría haber sido". El
patrón narcisista general de interés y complacencia consigo mismo puede
conducir al abuso de sustancias psicoactivas: se siente particularmente atraído
por drogas de "alto status", como la cocaína. A veces el empleo de
sustancias químicas permite el alivio inmediato del malestar personal y produce
una sensación de ser importante y poderoso. Las tensiones no reconocidas,
creadas por la sensibilidad a la evaluación, se atemperan con unos pocos tragos
o píldoras. La idea de que se es único y especial le sirve al sujeto para
evitar el reconocimiento de su dependencia del alcohol o las drogas. También le
permite seguir creyendo que eludirá los efectos negativos de la adicción y que
podría abandonarla fácilmente.
En algunos
casos, el narcisista desarrolla un pensamiento con tendencias paranoides.
Predomina una actitud de "yo contra el mundo", pues percibe que los
otros tienen celos de sus talentos especiales, que quieren
"quitárselos" o reducirlos de algún modo. La información discrepante
de las fantasías grandiosas puede provocar una cólera intensa, maltratos
verbales o físicos a otras personas e importantes maniobras de autoprotección (Millón,
1998). La presencia de un TNP subyacente por lo general complica el tratamiento
estándar de los trastornos asociados del Eje I. Suele ocurrir que el
diagnóstico adicional del trastorno de la personalidad se realice cuando el
tratamiento del trastorno sintomático se atasca o no produce la mejoría
esperada. En la práctica, hay que dedicar algún tiempo de cada sesión a un
trastorno, y algún tiempo al otro. El trastorno del Eje I requiere un abordaje
estándar, y que se le dediquen cantidades crecientes de tiempo, proporcionales
a la severidad de los síntomas. Si no se aborda el narcisismo de modo directo y
sistemático, la mejoría del paciente puede ser marginal.
Procedimientos específicos de evaluación
La evaluación
precisa del TNP es difícil, sobre todo cuando hay también presente un trastorno
del Eje I, o rasgos característicos de otros trastornos de la personalidad. Los
trastornos histriónico, antisocial y límite son los que con mayor probabilidad
se superponen con el narcisismo (Stangl y otros, 1985, citados en Beck, 1995).
La herramienta más importante para diferenciarlo suele ser una entrevista
clínica cuidadosa, en la que resulta muy útil incluir a otra persona que pueda
dar información. Las mediciones psicométricas estándar de síntomas (por ej. el
Inventario de la Depresión de Beck) permiten evaluar el nivel presente de
malestar. Es probable que el perfil con el MMPI presente elevaciones clínicas
congruentes con el malestar presentado, y que en la escala 4 (Desviación
Psicopática) aparezca una elevación significativa, debido a que los narcisistas
se ven a sí mismos como diferentes y excepcionales, y pretenden ser únicos y
abrir camino. Las escalas 6 (Paranoia) y 9 (Manía) también presentan elevaciones moderadas, por la
hipersensibilidad y el sentimiento de grandeza característicos. Las escalas 8
(Esquizofrenia), 9 (Manía) y las de validez acusan en el perfil las elevaciones
más representativas del estilo narcisista de la personalidad. En el Estudio de
las Actitudes Disfuncionales es probable que el sujeto suscriba en grado
extremo las creencias sobre el logro, el perfeccionismo y la aprobación. El
terapeuta puede evaluar sistemáticamente los rasgos narcisistas revelados por
la presentación del paciente en las sesiones, por lo que éste dice sobre sus
relaciones sociales y sobre su funcionamiento en el ámbito del trabajo o su
rendimiento profesional. Hay a continuación algunas indicaciones generales
sobre lo que hay que buscar en cada ámbito (Beck, 1995):
·
Presentación conductual
El narcisista
manifiesta su sensación de "tener derecho" por el modo exigente como concierta
la primera entrevista. En su presentación, lo primero que advierte el terapeuta
es un aspecto muy atractivo o cuidado, que resulta de una constante atención al
peinado, la ropa y el estado físico. La preocupación excesiva por el aspecto y
el bienestar personales tiene más valor diagnóstico que la pulcritud en sí
misma. El paciente revela esa preocupación excesiva en numerosas pequeñas
conductas verbales y no verbales, como alisarse con frecuencia la ropa,
quitarle pelusas, ajustar y controlar detalles de su aspecto. Adoptan posturas
muy relajadas o conservan una expresión facial altanera. Defectos físicos
ínfimos, como una uña rota, o pequeños malestares físicos, como tener hambre,
producen una reacción excesiva. Una breve indagación de los pensamientos y afectos
del paciente cuando se detecta alguno de estos signos ayuda a establecer si es
un índice de narcisismo o sólo un rasgo concurrente de alguna otra
circunstancia (Beck, 1995).
A veces se queja
o se resiste a que se le efectúe un test de diagnóstico, porque éste le exige
un esfuerzo, lo que también puede indicar hipersensibilidad a evaluar y a la
potencial retroalimentación negativa. Los narcisistas reaccionan a la
retroalimentación con cólera o vergüenza. Suelen sentirse muy cómodos hablando
de sí mismos, a veces hasta un extremo de obvia autoexaltación, con recuentes
referencias a talentos, logros, conexiones o posesiones materiales. Son típicas
las pretensiones de estar siempre en lo justo ante las dificultades, y la
tendencia quejarse de los defectos de los demás. El modo de interacción del
paciente con el terapeuta proporciona importante información diagnóstica. En
los casos más obvios, el paciente puede describirse a sí mismo como altivo,
arrogante o insolente. Quizás haga hincapié en su alta posición, o apellido
notable o su status de celebridad, por los que espera una consideración
especial. A veces puede tratar de manipular al terapeuta para sostener su
propio sentido de grandeza o sus privilegios. Más allá de la búsqueda de
cumplidos, signos posibles de esta actitud son la averiguación de los títulos
del terapeuta y los intentos insistentes de negociar los horarios de las
sesiones y los honorarios; el narcisista se enoja cuando unos u otros no se
ajustan a sus preferencias o conveniencias. También suele ponerse de manifiesto
la tendencia del narcisista a idealizar o desvalorizar a los demás. El
terapeuta puede advertir cuando el paciente le trata de forma excesivamente
atenta. A la inversa, también es posible que sus interpretaciones sean criticadas
o rechazadas de modo automático. El paciente narcisista llega incluso a
insultar al terapeuta. A veces indagando cómo fueron los contactos terapéuticos
previos se descubre de qué modo el paciente ve esas experiencias y cómo se
comportó al finalizar el tratamiento. Lo previsible es una pauta de
expectativas elevadas, luego la decepción y un final abrupto.
·
Relaciones sociales
Las relaciones
del narcisista representan para él una fuente de tensión. Puede que tenga
amplio un círculo de conocidos, pero le faltan relaciones estables y duraderas.
Sólo habla en términos vagos de determinados amigos. Durante las entrevistas
iniciales, las personas más próximas no son mencionadas, o solo como causa de
los problemas. Son comunes los divorcios o rupturas múltiples, algunos ni
siquiera encontraron nunca a alguien "suficientemente bueno" como
para iniciar una relación. El narcisista enseguida pierde interés en alguien
que no satisface todos sus requisitos de aspecto, personalidad y posición. En
el matrimonio, el narcisista es proclive a tener problemas de competencia con
su cónyuge. Después de haber elegido la pareja por sus características
"especiales", no le gusta que a ella se le preste más atención que a
él. Quiere estar casado con alguien especial, pero se encoleriza cuando deja de
estar en el primer plano. En un contexto social general, el narcisista causa
una primera impresión agradable y favorable, pero la prolongación del contacto
revela rudeza y falta de decoro. Pueden ser cáusticos, groseros e ingratos.
Esperan un trato cortés, pero no lo retribuyen. Quieren que les cedan el paso,
que no los hagan esperar, que se les
atiendan de inmediato. Desean relaciones sociales a su gusto y conveniencia. Si
retribuyen un favor, es probable que lo hagan de un modo que, más que
consideración especial por el destinatario, revela gusto por llamar la
atención. Su estilo impersonal exigente e insensible es revelado por los
informes de sus allegados. La explosión de mal genio, los estallidos verbales y
el maltrato pueden poner de manifiesto la creencia narcisista de que a los
demás tiene que preocuparles primordialmente la felicidad o el bienestar de él.
Es posible que los otros describan sus relaciones con el narcisista como de
"amor-odio": sienten su encanto y al mismo tiempo se sienten
explotados de algún modo. Él se ofende con quien pretende pedirle cuentas por
su conducta explotadora y egocéntrica, a lo que responde con desdén (Beck,
1995).
·
Trabajo y logros
Puede trabajar
intensamente, pero con fines egoístas. La meta del reconocimiento personal
motiva a los narcisistas mucho más que el valor social de la tarea que
realizan, su aporte a la seguridad de la familia, o el simple placer y disfrute
del trabajo en sí. Si no obtiene ventajas personales, tiende a creer que se le
debe exceptuar de las tareas difíciles o aburridas. En su empleo, el narcisista
viola de diversos modos los límites de la autoridad. Quizá tome decisiones que
no le corresponden a él, o les falte el respeto a sus superiores. No le gustan
las posiciones subordinadas, en las que se siente agraviado. Cuando tiene
autoridad, usa el poder para explotar a sus subalternos. La conducta explotadora refleja la creencia
de que "lo único que importa es conseguir lo que quiero o lo que yo pienso
que está bien". El narcisista sigue la regla de que está por encima o
exceptuado de las leyes comunes que rigen a todos los demás (Beck, 1995).
OBJETIVOS DE LA
TERAPIA COGNITIVA
Los objetivos
clínicos iniciales de la terapia cognitiva del TNP suponen el desarrollo de una
relación de cooperación, la adaptación del paciente al modelo cognitivo del
tratamiento (enseñanza del modelo) y el mutuo acuerdo respecto de la
conceptualización del problema y el enfoque del tratamiento. Además de los objetivos iniciales, las metas
del tratamiento van desde la resolución de la queja presentada hasta el
desarrollo de conductas y actitudes alternativas a largo plazo. La resolución
de síntomas o crisis se logra con una rapidez mucho mayor que la modificación
de un estilo de vida; el ritmo del tratamiento debe ser puesto en claro con el
paciente en términos de metas a corto y a largo plazo. Entre las metas a largo plazo se cuentan la corrección de la visión
grandiosa que el paciente tiene de sí mismo, la reducción de la importancia
cognitiva asignada a la evaluación por parte de los demás, un mejor control de
las reacciones afectivas a la evaluación y una mayor conciencia de los
sentimientos de los otros, que active más afectos empáticos y elimine la
conducta de abuso. Al tratar de alcanzar esos objetivos se tropieza con
importantes dificultades. Desarrollar una colaboración puede ser muy difícil,
puesto que tienen un fuerte compromiso con su propia superioridad, así como
déficits importantes en el ámbito de la interacción cooperativa. La autoridad
del terapeuta puede ofender, ser cuestionada, desvalorizada o descalificada de
otro modo. Quizás vea la terapia como un juego competitivo en el que debe
luchar para conservar su superioridad. El terapeuta tiene que dar importancia a
la comprensión de las respuestas subjetivas del paciente, pero también a
guiarle con coherencia hacia un modo menos limitado de tomar decisiones. La
consideración de las alternativas debe vincularse claramente a metas tales como
estados de ánimo más agradables o relaciones estables, libres de tensión (Beck,
1995).
INTERVENCIONES
ESPECÍFICAS
Las
intervenciones alternan entre aumentar la responsabilidad conductual, reducir
las distorsiones cognitivas y el afecto disfuncional y formular nuevas
actitudes. Entre las más específicas metas posibles a largo plazo se cuentan
una conducta sensible y recíproca respecto de los sentimientos de los demás, la
cooperación con otras personas, asumir una parte del trabajo, expectativas más
razonables respecto de la gente, mayor autocontrol de hábitos y estados de
ánimo y una autoobservación más discriminativa, que reconozca lo que el sujeto
tiene en común con las demás personas. La motivación para perseguir metas de
mayor alcance puede provenir del deseo de lograr estados de ánimo más estables,
mantener ciertas relaciones o carreras, o resolver síntomas persistentes y
recurrentes. Es útil dar a las estrategias clínicas una forma acorde con los
tres principios componentes del narcisismo: el sentimiento de grandeza, la
hipersensibilidad a la evaluación y la falta de empatía (Beck, 1995).
En cuanto al sentimiento de grandeza, se
enfatiza el uso de técnicas cognitivas
para ajustar la concepción distorsionada que el paciente tiene de sí mismo y
manejar los afectos extremos asociados. La creencia del paciente de que es un
individuo especial suele ser muy frágil y tiende a oscilar entre los extremos
positivo y negativo de la evaluación. Se compara automáticamente con otros y
tiende a acentuar las diferencias como superioridad y singularidad, o bien como
inferioridad. Otro error común que contribuye al sentimiento de grandeza es una
categorización de "todo o nada". En su razonamiento dualista, los
narcisistas son maravillosamente superiores o totalmente indignos. La
corrección de esta forma de razonar ayuda a limitar la exageración de la propia
importancia. Otra alternativa más adaptada es hacer que el paciente se compare
consigo mismo, o que busque rasgos comunes con otros. La reestructuración por
medio de imágenes puede ser útil para modificar el ensimismamiento en fantasías
sobre atributos ilimitados o ideales. Para desplazar las imágenes narcisistas,
es posible desarrollar una fantasía sustitutoria que ponga énfasis en
gratificaciones y placeres cotidianos que están al alcance de la mano. Dicha
fantasía también sirve para un ensayo encubierto de actividades elevadoras de
la autoestima (Beck, 1995).
La
desensibilización sistemática con incorporación de métodos cognitivos para el
control adecuado y la adaptación es útil en el abordaje del problema narcisista
de la hipersensibilidad a la
evaluación. El terapeuta ayuda a estructurar una jerarquía de exposiciones
graduales a la retroalimentación de otras personas. El paciente debe
enfrentarse al pensamiento catastrófico y al razonamiento dicotómico, desarrollando
su aptitud para tolerar, emplear y beneficiarse con la evaluación. Algo
importante que hay que poner a prueba es si el paciente narcisista puede
conservar una concepción positiva (no grandiosa) de sí mismo sin basarla
constantemente en las reacciones positivas de los otros. Como ejercicio
específico, el paciente planifica pedir retro-alimentación a determinadas
personas. Al estructurar esta situación, conviene empezar con una
retroalimentación que se prevé positivo, un punto de partida más tolerable para
empezar a asumir riesgos emocionales y para examinar el papel de los
pensamientos e interpretaciones personales.
La exposición
continua a fuentes más críticas de retroalimentación le permite usar aptitudes
cognitivas para manejar las reacciones emocionales y llegar a juicios
discriminativos sobre el empleo de la retroalimentación (Beck, 1995). No se
trata de que el paciente aprenda a aceptar que se siente mal, sino de que
asimile modos más eficaces de interpretar las situaciones que provocan esos
sentimientos desagradables. Los narcisistas pueden también aprender a
discriminar más en la atención que prestan a la evaluación: se centran
compulsivamente en el modo como son evaluados por otros, a menudo sin prestar
atención a la evaluación en sí misma. Se dedican mucho a "leer los
pensamientos" y solicitan confirmaciones indirectas de las opiniones
positivas (Beck, 1995). La detención y la distracción del pensamiento son
técnicas útiles para quebrar esos hábitos de pensamiento sobre lo que los otros
están pensando. Es posible ordenar diferentes situaciones o experiencias en
función de su importancia como fuentes de retroalimentación, para que el
narcisista trabaje en la moderación de su sensibilidad a lo que otros piensen
de él. El paciente debe abandonar su preocupación por los pensamientos de los
otros, buscando retroalimentación directa cuando es pertinente, y discriminando
sus reacciones ante ella (Beck, 1995).
El desarrollo de
empatía son útiles tres estrategias.
En primer lugar, el paciente debe atender a su falta de empatía: a veces basta
una simple pregunta sobre el reconocimiento de los sentimientos de los demás.
En otros casos habrá que señalar y nombrar su desdén y explotación (Beck, 1995).
Segundo, hay que activar los esquemas emocionales relacionados con los
sentimientos y reacciones de los demás (Beck, 1995). El modo más eficaz de
lograrlo es la inversión de roles y la dramatización, en la que el paciente
asume el papel de otra persona. Hay que poner énfasis en cómo es probable que
el otro se sienta, y no sólo en la forma cómo reaccionaría el paciente en esas
circunstancias. Tercero, se sugieren y examinan modos alternativos,
adaptativos, de tratar con los otros. Se formulan nuevos enunciados de
creencias para expresar el reconocimiento afectivo de las reacciones de los
demás —por ejemplo: "Los sentimientos de la gente también importan"—.
Se pueden programar modos específicos de actuar sobre esa nueva alternativa
—por ejemplo: "Deje pasar a alguien en la cola", "Llame por teléfono
a alguien con quien hace tiempo que no se comunica y pregúntele cómo
está"—. En conjunto, esas tres estrategias proporcionan referencias
cognitivas, afectivas y conductuales para centrar la intervención. Una lista de
problemas específicos ayuda a centrar la discusión terapéutica en dificultades
concretas (Beck, 1995). Un componente principal del ensayo de esas actitudes
nuevas y alternativas consiste en especificar los modos de pensar y actuar
congruentes con cada creencia. De ese modo, se vincula cada creencia a modos
concretos de pensar, actuar y sentir (Beck, 1995).
INTERVENCIONES
ADICIONALES
Estos pacientes
suelen presentar conductas destructivas para otros, tales como el maltrato
físico o verbal, o el acoso sexual, que deben ser cambiadas y limitadas. La
terapia sería por lo menos incompleta si no se realiza ningún intento tendiente
a modificar esas acciones dañinas. La prevención de la respuesta conductual o
los planes de manejo de la contingencia ayudan a debilitar los hábitos
destructivos (por ejemplo beber, gastar en exceso, no trabajar). Las
intervenciones cognitivas son útiles para evaluar los pensamientos que
funcionan como antecedentes del hábito destructivo o como obstáculos de la
conducta más deseable. Ciertas cogniciones específicas sirven como estímulos
que permiten suscitar y guiar una conducta más adaptativa o deseable (Beck,
1995).
Entre las
intervenciones adicionales se cuentan la terapia conyugal y la terapia
familiar. El paciente narcisista suele
entrar en el tratamiento como el miembro reticente de una unidad matrimonial o
familiar, mientras insiste en que el que tiene problemas es otro. Los miembros
de la familia o el cónyuge ayudan a subrayar la naturaleza interactiva de los
problemas compartidos. También le insisten al narcisista en la necesidad de ciertos
cambios conductuales y ayudan a instrumentar los planes para el manejo de la
contingencia. En algunos casos, son absolutamente necesarios cambios
conductuales obvios para que los otros significativos no opten por abandonar a
su suerte al paciente (Beck, 1995).
Curso y pronóstico: es crónico y muy difícil de tratar, ya que no toleran ni asumen,
por su narcisismo, que su fantástica forma de ser sea un trastorno. Toleran mal
el envejecimiento. [2]
Prevalencia: este
trastorno es menor del 1% en la población general, apareciendo en poblaciones
clínicas cifras que oscilan entre el 2% y el 16%. Cada vez se diagnostica más y
hay más incidencia en sujetos con infancia consentida y en hijos de individuos
que presentan el trastorno.[3]
Conceptualización
terapéutica de Theodore Millon
Millon (2001)
confirma que, con una dosis normal de refuerzo, la mayoría de estos pacientes
encuentran los argumentos adecuados para mantener la imagen exagerada de sí
mismos. Si la terapia se centra sólo en resolver los problemas asociados del
Eje I, no se tratará la personalidad patológica de base. Los narcisistas acuden
a terapia (o asisten por insistencia de otros) buscando alivio frente a la
realidad contraria, tratando de restaurar su estado de grandeza anterior. Como
veníamos diciendo, al ver que el terapeuta tiene objetivos distintos, puede
abandonar o cuestionar la terapia. Entre los inconvenientes que marca Millon
(2001) está la terapia prolongada indefinidamente por el refuerzo que le
proporciona el terapeuta, que el terapeuta sea algo narcisista (y formen una
sociedad encubierta de admiración mutua y desdén por los demás) o la forma de
ver las interpretaciones del narcisista, a quien hay que educar sobre la
realidad: algunos narcisistas son hipersensibles y temen que descubran sus
vulnerabilidades o las sienten insultos.
En la primera
fase del trabajo debe construirse una sólida alianza de trabajo, manejando con
mucho cuidado el terapeuta sus reacciones contratransferenciales. Debe proporcionarse
suficiente empatía y atención para que sigan la terapia, y revisar los logros
pasados del paciente para que disminuyan sus sentimientos depresivos, pero no
demasiado refuerzo como para inflar su orgullo disfuncional. Los narcisistas
deben disminuir su envidia, grandeza y pretensiones. Considera Millon (2001) que el terapeuta
identifique a las personas que estuvieron emocionalmente centradas en el
narcisista durante su educación y que se conecte esta atención con la actual
situación. Basándose en Benjamín (1996, citado en Millon, 2001), la terapia
debe ser una división contra sí misma (por ej., discutir que su necesidad de
admiración y de que otros realicen sus tareas en su lugar es incongruente con
su autoimagen de fortaleza y determinación).
Coincide con
Beck en que los objetivos a largo plazo con los narcisistas deberían incluir “la corrección de la visión de grandeza que
el paciente tiene de sí mismo, la reducción de la importancia cognitiva
asociada a la evaluación por parte de los demás, un mejor control de las
reacciones afectivas a la evaluación y una mayor conciencia de los sentimientos
de los otros, que active más efectos empáticos y elimine la conducta
explotadora” (Millon, 2001, p. 383). Deben crear una autoimagen más
realista, sólida e integrada; las fantasías poco realistas deben sustituirse
por fantasías sobre la recompensa que supondrían logros más fáciles de
conseguir, convertidas en ensayos realistas que desensibilizan al sujeto ante
el posible fracaso y aumentan su autoestima. La empatía puede promoverse usando
el role-playing; la terapia expresiva
de Kemberg (1984, citado en Millon, 2001),
se basa en la confrontación con la transferencia negativa. Kohurt por su
parte, intenta recrear las frustraciones tempranas mediante la empatía
constante y un reflejo adecuado del terapeuta para que el paciente evolucione
más allá de la necesidad de un sí mismo con sentimiento de grandeza (estas
diferencias se basan en la discrepancias entre sus teorías, anteriormente
expuestas). La mayoría de los narcisistas se resisten fuertemente a la
psicoterapia. En caso de que se mantengan en tratamiento, existen varios
obstáculos difíciles de evitar. Para que funcione el tratamiento, debe
construirse una sólida alianza de trabajo, confrontación adecuada de conductas
y patrones narcisistas, combinando estrategias cognitivas e interpersonales
para disminuir la pretenciosidad e incrementar la empatía (Millon, 2001).
Conclusión
Podemos
caracterizar a la persona que padece un trastorno narcisista de la personalidad
como egocéntrico, arrogante, con ideas de grandeza, insociable, preocupado por
fantasías de belleza, admiración o éxito. Se considera a sí mismo como
admirable, superior y, por ello, merecedor de un trato especial (Millon, 2001).
Esto genera un malestar significativo, ya que le es imposible sostener una
relación verdadera en condiciones de igualdad: siempre tiende a tratar a los
demás como siervos que deben complacerlo. Esto le acarrea problemas laborales y
familiares, pero por sus creencias, el narcisista cree que el problema está en
los demás que no entienden su superioridad. Si el narcisista asiste a terapia,
o es porque esas personas con quienes se relaciona ya no aguantan el trato
recibido, o porque este individuo posee algún trastorno del Eje I del DSM IV,
como un consumo de sustancias, trastornos de ansiedad o del estado de ánimo,
seguramente por no estar recibiendo lo que desea. La terapia se enfoca desde la
perspectiva u orientación psicológica que se tenga, las cuales aportan
diferentes miradas acerca de la etiología y tratamiento de este trastorno.
Según el
psicoanálisis de Freud, el narcisismo como tal no es patológico, sino un estado
del desarrollo más (en el que se forma el yo), el problema deriva de las
relaciones parentales negativas en la infancia. Los postfreudianos, como
Kemberg o Kohurt se centran en cómo se integra el sí mismo, con postulados y,
por ende, terapias distintas (confrontativa y empática respectivamente). Los
mecanismos de defensa que utilizarían los narcisistas son la el sentimiento de
grandeza, la racionalización y la fantasía. Desde el punto de vista
interpersonal, los narcisistas destacan por su falta de empatía y
pretenciosidad. Suelen dar una primera impresión buena, agradable, tranquila,
segura, pero su vanidad hace que prontamente los vean arrogantes. La causa
según Benjamin (citado en Millon, 2001) es la sobreadulación recibida por los
padres. No hay sustento de teorías biológicas. La cognitiva postula que ellos
sustituyen la realidad por las ensoñaciones y la imaginación. Entre los
procesos automáticos se encuentran el rechazo a poner a prueba sus hipótesis y
el pensamiento dicotómico. Las creencias nucleares sustentan el sentimiento
hinchado de grandeza. Se sugieren una serie de creencias alternativas (Beck, 1995)
a trabajar en terapia: “ser normal. Las cosas corrientes pueden ser muy
agradables”; “uno puede ser humano como todo el mundo sin dejar de ser único; formar
parte de un equipo puede ser gratificante”; “puedo disfrutar de ser como los
demás, en lugar de tener que ser siempre mejor; puedo optar por ser miembro de
un grupo en lugar de ser siempre la excepción”; “puedo concebir el respeto de
los demás a largo plazo en lugar de una admiración a corto plazo; las otras
personas tienen necesidades y opiniones que también importan”; “la
retroalimentación puede ser válida y útil. Excluirla como lo hago es desastroso”;
“nadie me debe nada; todos tenemos defectos”, etc.
Se sugiere que
la terapia no se centre sólo en el motivo de consulta del paciente, porque
aliviar los síntomas (de la depresión o ansiedad por ej.) no ayudaría a tratar
la patología de la personalidad de base pero tener extremada cautela porque el narcisista
es muy susceptible a las criticas y puede desvalorizar al terapeuta o abandonar
la sesión. Se requiere gran paciencia del terapeuta para ayudarle a tener más
empatía, una visión realista de sí y menos hipersensibilidad.
Bibliografía
Allport, G. W. (1965). “Psicología de la Personalidad”.
Barcelona: Paidós
Asociacion Psiquiátrica Americana (2014) “Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales. DSM 5”. Barcelona: Masson
Beck, A. , y otros (1995). “Terapia cognitiva de los trastornos de la
personalidad”. España: Paidós
Frances, A. (1985). “DSM-.III personality disorders”. Nueva York: BMA Audio Cassettes
Freud, S. (1914). “Introducción del Narcisismo”. Ediciones Amorrortu
Grimal, P. (1981). “Diccionario de mitología griega y romana”. Buenos Aires: Paidós
Kemberg, O. (1997). “Desórdenes fronterizos y narcisismo patológico”. Buenos Aires:
Paidós
Kohurt, H. (1992). “Análisis del Self”. Buenos Aires: Amorrortu
Larsen, R. J., y Buss, D. M. (2005). “Psicología de la personalidad: dominios de
conocimiento sobre la naturaleza humana”. México: McGrw-Hill Interamericana
Millon, T. (1998). “Trastornos de la personalidad.
Más allá del DSM IV”. Barcelona: Masson
Millon, T. (2001). “Trastornos de la personalidad en la vida moderna”. Barcelona:
Masson
http://www.psyciencia.com/2016/30/los-varones-narcisitas-tienen-mas-riesgo-practicar-bullying-las-ninas-narcisistas/
02 de julio de 2015
Devolución de la Cátedra de Psicopatología I a Trabajos Prácticos presentados por alumnos
G01 - Trastorno Paranoide de la Personalidad
Bonazzola Sofía, Celeiro Tatiana, Cettour Ailén
Cuando
se plantea la necesidad de abordar un proceso de enseñanza-aprendizaje centrado
en lo grupal, esta cátedra entiende que la apropiación conceptual como la
vivencial es particularmente significativa para la incorporación integral
pedagógica del alumno, por eso debe incluir tanto la lectura y comprensión de
los textos, la transmisión de lo adquirido así como la participación activa de
los alumnos en experiencias grupales concretas, que le permitan objetivar su
propia implicación.
Los
trabajos prácticos de la Asignatura Psicopatología I consisten en un proceso de
articulación teoría-práctica en el marco de un proceso grupal, con algunas
instancias evaluativas puntuales. En dicho proceso evaluativo se tuvo en
cuenta:
a.
Presentación
del trabajo escrito y oral en tiempo y forma.
b. Presentación y exposición oral de los
estudiantes que conforman el grupo a la clase.
c. Explicitación y aclaración del encuadre del
trabajo elegido.
d. Desarrollo
e. Puntualización de los principales recursos
técnicos trabajados.
f.
Cierre
g. Registro de las dificultades y logros luego
de la exposición al grupo, identificando facilitadores y obstaculizadores en el
proceso grupal.
h. Pensamiento crítico reflexivo acerca de los
supuestos que subyacen al desarrollo teórico correspondiente a distintos
ámbitos de intervención grupal desarrollados en la asignatura.
El
trabajo escrito fue presentado en tiempo y forma, respetaron las normas de la
APA para la elaboración de los trabajos prácticos. Sin errores de ortografía ni
de redacción.
Excelente
trabajo escrito. En su contenido han incorporado autores de distintas teorías y
enfoques; supieron sintetizar los contenidos y expresar de forma escrita los
puntos centrales e importantes del trastorno.
Trabajo
ordenado, simple y completo, lo que facilitó su lectura y comprensión. Muy
importante para el que lo lee porque encuentra las particularidades del
trastorno y lo hace interesante y dinámico.
Respecto
a la exposición oral se las observó seguras, muy creativas, y dinámicas.
La
estrategia utilizada para la exposición, el caso clínico presentado, fue un
disparador muy interesante, permitió la reflexión del trastorno y enriqueció el
trabajo escrito. Acorde a los objetivos que quisieron transmitir para el
estudio de este trastorno.
Es de
destacar la explicación psicodinámica que presentaron sobre la etiología del
trastorno paranoide de personalidad.
Supieron
como grupo transmitir lo estudiado.
Los
integrantes del Grupo supieron respetarse los tiempos y se notó que cada una
estaba atenta a lo que decía su compañera.
Las
presentaciones estuvieron muy bien, los gráficos y colores llamaron la atención
de la clase y facilitaron la comprensión de lo que estaban exponiendo.
Respecto
de las preguntas sostenidas por la cátedra se las encontró reflexivas y
expectantes.
De lo
anterior se desprende que el trabajo se encuentra APROBADO. (Por disposición de
la cátedra no se evalúa con nota)
Excelente
trabajo. Felicitaciones!
Prof.
Lic. Marina Bosco.
----------------------------------------------------------------------------------------
G06 - Trastorno Histriónico de la personalidad
Petersen Daiana y Karen Schmidt
Cuando
se plantea la necesidad de abordar un proceso de enseñanza-aprendizaje centrado
en lo grupal, esta cátedra entiende que la apropiación conceptual como la
vivencial es particularmente significativa para la incorporación integral
pedagógica del alumno, por eso debe incluir tanto la lectura y comprensión de
los textos, la transmisión de lo adquirido así como la participación activa de
los alumnos en experiencias grupales concretas, que le permitan objetivar su
propia implicación.
Los
trabajos prácticos de la Asignatura Psicopatología I consisten en un proceso de
articulación teoría-práctica en el marco de un proceso grupal, con algunas
instancias evaluativas puntuales. En dicho proceso evaluativo se tuvo en
cuenta:
a.
Presentación
del trabajo escrito y oral en tiempo y forma.
b. Presentación y exposición oral de los
estudiantes que conforman el grupo a la clase.
c. Explicitación y aclaración del encuadre del
trabajo elegido.
d. Desarrollo
e. Puntualización de los principales recursos
técnicos trabajados.
f.
Cierre
g. Registro de las dificultades y logros luego
de la exposición al grupo, identificando facilitadores y obstaculizadores en el
proceso grupal.
h. Pensamiento crítico reflexivo acerca de los
supuestos que subyacen al desarrollo teórico correspondiente a distintos
ámbitos de intervención grupal desarrollados en la asignatura.
El
trabajo escrito estuvo muy bueno, respetaron las normas de la APA para su
elaboración, sin errores de ortografía ni de redacción. Trabajo concreto, de
fácil lectura y comprensión.
Presentaron
pocos autores, quizás pudieron haber investigado un poco más desde el modelo
cognitivo. Sin embargo me pareció interesante y valioso como lo desarrollaron
por escrito.
La
exposición oral estuvo muy bien. Se las notó seguras y supieron interactuar
correctamente.
Excelente
el disparador que eligieron para la exposición oral de la clase, la técnica
audiovisual estuvo muy acorde para presentar el trastorno, el fragmento de la
película permitió visualizar las características principales del Trastorno
Histriónico de Personalidad. Invitó a la discusión y reflexión de la clase y
mostró elementos que facilitó luego la exposición oral del trastorno.
Las
respuestas a las preguntas de la cátedra indicaron que conocían adecuadamente
del tema; más allá de los autores presentados en el trabajo practico, pudieron
responder desde el enfoque cognitivo y se notó que habían leído otros autores
además de los presentados, esto enriqueció la exposición y la reflexión del
grupo e individual.
Un
facilitador quizás haya sido que fueron sólo dos los integrantes que expusieron
permitiendo un mayor orden y dinamismo.
Un
obstaculizador quizás el video fue un poco extenso pero rescato que estuvo muy
acorde a lo que quisieron mostrar con lo que venían trabajando.
De lo
anteriormente presentado se desprende que el trabajo se encuentra APROBADO.
(Debido a disposición de la cátedra no se evalúa con nota)
Felicitaciones.
Muy buen trabajo.
Prof.
Lic. Marina Bosco.
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G07 - Narcisista de la personalidad
Morrison Julieta y Galizzi María Paula.
Cuando se plantea la necesidad de abordar un
proceso de enseñanza-aprendizaje centrado en lo grupal, esta cátedra entiende
que la apropiación conceptual como la vivencial es particularmente significativa
para la incorporación integral pedagógica del alumno, por eso debe incluir
tanto la lectura y comprensión de los textos, la transmisión de lo adquirido
así como la participación activa de los alumnos en experiencias grupales
concretas, que le permitan objetivar su propia implicación.
Los trabajos prácticos de la Asignatura
Psicopatología I consisten en un proceso de articulación teoría-práctica en el
marco de un proceso grupal, con algunas instancias evaluativas puntuales. En
dicho proceso evaluativo se tuvo en cuenta:
a) Presentación
del trabajo escrito y oral en tiempo y forma.
b) Presentación
y exposición oral de los estudiantes que conforman el grupo a la clase.
c) Explicitación
y aclaración del encuadre del trabajo elegido.
d) Desarrollo
e) Puntualización
de los principales recursos técnicos trabajados.
f) Cierre
g) Registro
de las dificultades y logros luego de la exposición al grupo, identificando
facilitadores y obstaculizadores en el proceso grupal.
h) Pensamiento
crítico reflexivo acerca de los supuestos que subyacen al desarrollo teórico
correspondiente a distintos ámbitos de intervención grupal desarrollados en la
asignatura.
La presentación del trabajo escrito fue muy
completa y clara. Si bien desde lo formal presentan algunos errores de ortografía
y redacción, se entiende y es muy simple de acceder a los conceptos del
trastorno. Esto facilita la comprensión del mismo.
Respecto de la presentación oral en general muy
bien, aunque cuando se dirigen al grupo que escucha no deben hablar en primera
persona sino en tercera. Se notó un poco nerviosa a una de las expositoras, pero
se valora positivamente que hayan sido las primeras en exponer de todos los
grupos presentes.
Me pareció excelente como han interactuado al
exponer el trastorno; se las observó dinámicas y espontáneas. Esto mantuvo muy
atentos y concentrados al resto de la clase, lo que facilita la comprensión de
lo que se quiere transmitir.
Respecto al encuadre trabajado han presentado
autores e investigado, presentado un trabajo completo y coherente.
Profundizando desde distintos enfoques, llamando a la reflexión sobre el
trastorno, muestra un trabajo rico en contenidos y de fácil lectura.
Quizás un obstaculizador fue que fueron las
primeras en exponer de todos los grupos y trajo un poco de ansiedad y
nerviosismo pero resultó muy positivo ya que lograron transmitir los
conocimientos adquiridos en la investigación del trabajo práctico de manera muy
responsable y activa.
También podría interpretarse como un facilitador el
ser las primeras en exponer ya que
abrieron las presentaciones; y la ansiedad propia de hablar en público les
permitió desenvolverse y romper el hielo de enfrentarse a una clase que observa
y escucha, atentos a la novedad y expectativas respecto de sus propias
implicancias en este período de aprendizaje grupal por la que todos deberán transitar.
Respecto a las presentaciones lograron la síntesis de todo el trabajo,
desde lo visual fue interesante como lo expusieron, con colores e imágenes que
llamaron la atención de los alumnos y de la profesora.
Considerando las preguntas de la cátedra, las
alumnas pudieron promover un pensamiento crítico reflexivo respecto de todo el
trabajo presentado relacionando adecuadamente lo estudiado con la presentación
del trastorno narcisista de la personalidad.
Por lo anteriormente expuesto el trabajo práctico
se halla APROBADO (no se evalúa con nota por disposición de la cátedra)
Trabajo Muy Bueno. Felicitaciones!
Prof. Lic Marina Bosco
----------------------------------------------------------------------------------------
G08 - Evitativo de la personalidad
Zaira Rewes Zaira y Zapata Melina
Cuando
se plantea la necesidad de abordar un proceso de enseñanza-aprendizaje centrado
en lo grupal, esta cátedra entiende que la apropiación conceptual como la
vivencial es particularmente significativa para la incorporación integral
pedagógica del alumno, por eso debe incluir tanto la lectura y comprensión de
los textos, la transmisión de lo adquirido así como la participación activa de
los alumnos en experiencias grupales concretas, que le permitan objetivar su
propia implicación.
Los
trabajos prácticos de la Asignatura Psicopatología I consisten en un proceso de
articulación teoría-práctica en el marco de un proceso grupal, con algunas
instancias evaluativas puntuales. En dicho proceso evaluativo se tuvo en
cuenta:
a.
Presentación
del trabajo escrito y oral en tiempo y forma.
b. Presentación y exposición oral de los
estudiantes que conforman el grupo a la clase.
c. Explicitación y aclaración del encuadre del
trabajo elegido.
d. Desarrollo
e. Puntualización de los principales recursos
técnicos trabajados.
f.
Cierre
g. Registro de las dificultades y logros luego
de la exposición al grupo, identificando facilitadores y obstaculizadores en el
proceso grupal.
h. Pensamiento crítico reflexivo acerca de los
supuestos que subyacen al desarrollo teórico correspondiente a distintos
ámbitos de intervención grupal desarrollados en la asignatura.
El
trabajo escrito está muy completo, muy buena elaboración y síntesis de los
contenidos. Han respetado para su correcta presentación las normas de la APA
solicitadas por ésta cátedra para la presentación del trabajo práctico. El
mismo no presenta errores de ortografía ni de redacción.
Desde
lo formal se presentó en tiempo y forma.
Con
respecto a la exposición oral, se las observó seguras y estudiadas.
Interactuando correctamente y respetando los tiempos de cada una.
Me
pareció interesante la presentación del caso clínico como disparador para
presentar el trastorno e introducirnos en el tema. Esta estrategia
seleccionada permitió visualizar elementos que trabajaron sobre el Trastorno
Evitativo de la Personalidad invitando a la reflexión grupal y a la discusión
de las ideas.
Con
respecto a las presentaciones, estas fueron sintéticas y llamativas desde lo
visual, sosteniendo la atención de la clase.
Una
dificultad que se observó es que durante las exposiciones mantuvieron el mismo
tono de voz y con disertaciones un tanto de memoria, lo que provocó que la
clase por momentos se distrajera; sin embargo pudieron interactuar
correctamente. Para corregir esto se podrían aportar ejemplos cambiando el tono
de voz y llamando a la reflexión con algunas preguntas.
De
todas maneras se vio que conocían los temas estudiados. Ante las preguntas de
la cátedra se las observó reflexivas relacionando adecuadamente todo lo
investigado acerca del Trastorno Evitativo de Personalidad.
Un
facilitador significó que sólo eran dos las que exponían por lo tanto esto hace
que la clase sea más ordenada.
Con
respecto al marco conceptual trabajado, han incorporado autores y supieron dar
a conocer este trastorno de manera simple y completa.
Por lo
anteriormente expuesto el trabajo práctico se halla APROBADO. (Por disposición
de la cátedra no se evalúa con nota)
Felicitaciones!
Muy buen trabajo.
Prof.
Lic. Marina Bosco
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G09 - De la personalidad por dependencia
Clavijo Agustina, Merle Ana y Muguruza Ailin
Cuando
se plantea la necesidad de abordar un proceso de enseñanza-aprendizaje centrado
en lo grupal, esta cátedra entiende que la apropiación conceptual como la
vivencial es particularmente significativa para la incorporación integral
pedagógica del alumno, por eso debe incluir tanto la lectura y comprensión de
los textos, la transmisión de lo adquirido así como la participación activa de
los alumnos en experiencias grupales concretas, que le permitan objetivar su
propia implicación.
Los
trabajos prácticos de la Asignatura Psicopatología I consisten en un proceso de
articulación teoría-práctica en el marco de un proceso grupal, con algunas
instancias evaluativas puntuales. En dicho proceso evaluativo se tuvo en
cuenta:
a.
Presentación
del trabajo escrito y oral en tiempo y forma.
b. Presentación y exposición oral de los
estudiantes que conforman el grupo a la clase.
c. Explicitación y aclaración del encuadre del
trabajo elegido.
d. Desarrollo
e. Puntualización de los principales recursos
técnicos trabajados.
f.
Cierre
g. Registro de las dificultades y logros luego
de la exposición al grupo, identificando facilitadores y obstaculizadores en el
proceso grupal.
h. Pensamiento crítico reflexivo acerca de los
supuestos que subyacen al desarrollo teórico correspondiente a distintos
ámbitos de intervención grupal desarrollados en la asignatura.
El
trabajo escrito fue presentado en tiempo y forma, óptimo como han incorporado
los diversos autores, muy completo y dinámico. De fácil lectura y comprensión.
Desde
lo formal, han respetado las reglas de la APA para la elaboración de trabajos
prácticos, sin errores de ortografía, ni redacción.
El
trabajo escrito y su presentación son excelentes.
La
presentación oral estuvo muy bien, aunque se observó nerviosismo y estudio de
memoria, si bien el Grupo estudió todo el trabajo, se notó cierta monotonía en la forma de
exponer. La defensa estuvo muy correcta y supieron trabajar en equipo
respetando los propios tiempos de cada una.
Me
pareció muy interesante la técnica que eligieron, de exponer un caso como
disparador, esto permitió visualizar elementos del tema estudiado, invitando a
la discusión y reflexión del grupo y de la clase que las escuchaba.
Respecto
a las presentaciones fueron muy dinámicas, sintéticas y claras. Los colores,
cuadros sinópticos y mapas conceptuales que utilizaron enmarcaron perfectamente
el trastorno y llamaron la atención de la clase.
Respecto
del encuadre que utilizaron supieron sintetizar y unir diversos autores y
teorías con gran capacidad para relacionar y transmitir por escrito las ideas e
información recabada.
En
relación a los facilitadores, el Grupo mostró que sabía del tema, que fue
estudioso y presentó un excelente trabajo escrito.
Se
observa que deberían trabajar con mayor seguridad al exponer los trabajos y
lograr un mayor dinamismo entre los
integrantes del Grupo.
Ante
las preguntas de la Cátedra han tenido capacidad reflexiva y se las notó muy
vivaces a la hora de diferenciar y
comprender este trastorno en relación con otros.
De lo
anterior se desprende que el trabajo se encuentra APROBADO (por disposición de
la cátedra, no se evalúa con nota)
Felicitaciones. !Muy buen trabajo!
Prof.
Lic. Marina Bosco
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G10 - Obsesivo compulsivo de la personalidad
Azzolino Juan Pablo, Folonier Pablo, Kletzky Nicolás, Lopez Colombo, Nicolás.
Cuando se plantea la necesidad de abordar un
proceso de enseñanza-aprendizaje centrado en lo grupal, esta cátedra entiende
que la apropiación conceptual como la vivencial es particularmente
significativa para la incorporación integral pedagógica del alumno, por eso
debe incluir tanto la lectura y comprensión de los textos, la transmisión de lo
adquirido así como la participación activa de los alumnos en experiencias
grupales concretas, que le permitan objetivar su propia implicación.
Los trabajos prácticos de la Asignatura
Psicopatología I consisten en un proceso de articulación teoría-práctica en el
marco de un proceso grupal, con algunas instancias evaluativas puntuales. En
dicho proceso evaluativo se tuvo en cuenta:
a) Presentación
del trabajo escrito y oral en tiempo y forma.
b) Presentación
y exposición oral de los estudiantes que conforman el grupo a la clase.
c) Explicitación
y aclaración del encuadre del trabajo elegido.
d) Desarrollo
e) Puntualización
de los principales recursos técnicos trabajados.
f) Cierre
g) Registro
de las dificultades y logros luego de la exposición al grupo, identificando
facilitadores y obstaculizadores en el proceso grupal.
h) Pensamiento
crítico reflexivo acerca de los supuestos que subyacen al desarrollo teórico
correspondiente a distintos ámbitos de intervención grupal desarrollados en la
asignatura.
En cuanto al trabajo escrito se observó que si bien
el grupo encaró el tema desde el trastorno de ansiedad y no desde el trastorno
de personalidad, haciendo una recopilación muy completa del Trastorno Obsesivo
Compulsivo, si pudo observarse que más adelantado el trabajo hacen
explícitamente la diferencia con respecto al Trastorno Obsesivo Compulsivo de
la Personalidad (pedido explícito de la cátedra para la exposición del grupo), de
igual manera estuvo muy completa la información recabada.
El trabajo desde lo formal, presenta errores de ortografía
y redacción si bien respetan las normas de la APA para su elaboración.
Se valora el abordaje que hicieron desde el
Trastorno de Ansiedad para luego diferenciarlo del de Personalidad aunque la
cátedra entiende que hubieran dado mayor importancia al trastorno de
Personalidad como eje central de la exposición y del trabajo en sí mismo. Pudo
observarse que dicho trastorno (TOCP) fue expuesto como un concepto más
estudiado desde donde lo quisieron abarcar y no como tema principal del
estudio.
Desde lo conceptual fue muy concreto y completo.
Han citado varios autores y armaron el trabajo de manera ordenada. Fácil
lectura y comprensión para el que lo lee.
En cuanto a la presentación oral se los observó muy
seguros al exponer, han interactuado entre todos de manera ordenada. Se han
respetado y dado lugar a la escucha entre compañeros, aportando ideas y datos cuando
fuera necesario para el enriquecimiento y aprendizaje de todos.
En cuanto al desarrollo fue muy completo y claro.
Hubiera sido más rico que hubiesen hecho más hincapié en el TOCP.
Me pareció muy interesante y valioso el disparador
que plantearon. El audiovisual, fue en función de los objetivos que querían
lograr. Provocó la atención del grupo y permitió visualizar elementos del tema
que eligieron y quisieron trabajar.
El trabajo en general llama a la discusión y
reflexión.
En cuanto al tiempo y forma estuvo acorde a lo
pedido por la cátedra.
Entre los facilitadores del proceso grupal se
observó que pudieron trabajar en equipo, uniendo los diversos temas de
discusión. La presentación de las diapositivas ha sido muy completa, muy
extensa y desde la expresión gráfica deberían mejorar para posteriores
exposiciones respecto de utilizar imágenes y colores para que sea más
ilustrativo y llamativo. Han recortado con poder de síntesis para la
exposición.
Se observó que todos los integrantes conocieron el
trabajo para exponerlo a la clase, cada uno con su particularidad supo
transmitir los conceptos con seguridad.
Ante las preguntas de la cátedra supieron
reflexionar y responder, relacionando lo estudiado y dado en la clase grupal.
Hicieron un cierre correcto, resumiendo los
aspectos más significativos del trastorno.
De lo anteriormente expuesto el trabajo se halla
APROBADO, (todos los trabajos están sin nota porque así está dispuesto en la
cátedra).
Felicitaciones! Muy buen trabajo. Trabajo muy
completo.
Prof. Lic. Marina Bosco.
Trabajos Prácticos de Psicopatología I
Trabajo Práctico Nº 01 - Trastornos de la personalidad
Organizado según:
GXX (Grupo Nº XX) - Trastorno
A (Alumnos): Apellidos y Nombres
G01 - Paranoide
de la Personalidad
A: Ailen, Sofia y Tatiana
A: Ailen, Sofia y Tatiana
G02 - Esquizoide de
la personalidad
A: Corre, Chincuini, Reinafe
A: Corre, Chincuini, Reinafe
G03 - Esquizotípico
de la personalidad
A: Segovia Camila, Duarte Emiliana, Siprione (o Scipione) Felicitas
A: Segovia Camila, Duarte Emiliana, Siprione (o Scipione) Felicitas
G04 - Antisocial de
la personalidad
A: Jacob Gisela, Ramírez Lucía, Demartín, Romanela; Sadaba Cristian y Tisocco Sofía
A: Jacob Gisela, Ramírez Lucía, Demartín, Romanela; Sadaba Cristian y Tisocco Sofía
G05 - Límite de la
personalidad
A: Capovila, Venturini, Goitea; Rodríguez, Primaries, Sirtori
A: Capovila, Venturini, Goitea; Rodríguez, Primaries, Sirtori
G06 - Histriónico
de la personalidad
A: Petersen Daiana y Karen Schmidt
A: Petersen Daiana y Karen Schmidt
G07 - Narcisista de
la personalidad
A: Paula y Julieta
A: Paula y Julieta
G08 - Evitativo de
la personalidad
A: Zaira Rewes, Melina Zapata
A: Zaira Rewes, Melina Zapata
G09 - De la
personalidad por dependencia
A: Clavijo Agustina, Merle Ana y Muguruza Ailin
A: Clavijo Agustina, Merle Ana y Muguruza Ailin
G10 - Obsesivo
compulsivo de la personalidad
A: Juan Pablo Azzolino, Pablo Folonier y Nicolás Kletyky
A: Juan Pablo Azzolino, Pablo Folonier y Nicolás Kletyky
G11 - Depresivo de
la personalidad
A: Kloster Gretel, Perrotta Fatima y Sabella Silvana
A: Kloster Gretel, Perrotta Fatima y Sabella Silvana
Narcisístico
y Paranoide [Son dos
Trastornos diferentes]
A: Bonazola Sofía, Galizi Paula
A: Bonazola Sofía, Galizi Paula
Situación:
El último Trastorno corresponde no a uno sino a dos y como
ambos están ocupados, es un tema a resolver.
Los alumnos deben identificarse por Apellidos y Nombres.
Quienes no lo estén deben enviar la correspondiente aclaración.
* * * * * * * * * *
Bibliografía complementaria (Ver en "Apoyo a las Clases" del Blog - Trastornos de la Personalidad - Dra. Elisa Cortese - Pagina 120 - de Psicología médica y salud mental)
También pueden consultar en Internet: Trastornos de la personalidad en la vida moderna de Theodore Millon
Prof. Marina Bosco
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